martes, 29 de marzo de 2016

EL MÉTODO ARQUEOLÓGICO

El MÉTODO ARQUEOLÓGICO

El proceso de excavación es una técnica en la que se destruyen muchos datos, por lo que hay que llevar a cabo una manera sistemática y tener mucho cuidado puesto que el yacimiento excavado es como si el historiador destruyera las páginas del libro de la historia de ese yacimiento conforme las va leyendo de manera que nadie más pudiera leerlas de nuevo.  
Al excavar se pierde mucha infirmación que es imposible recuperar. Por eso es muy importante seguir un método arqueológico con el fin de minimizar dicha pérdida. También es de gran relevancia documentar cada caso de la excavación por sutil que parezca, para que no se escape ningún detalle de lo que se está llevando a cabo. También es recomentable que se elabore un cuaderno de bitácora o un diario donde se escriba la experiencia sobre lo que va pasando en la excavación.

El método de  excavación arqueológico es una tarea un tanto compleja puesto que se trata de cuestiones que pueden resultar un tanto abstractas o difíciles de explicar.

Los pasos que hay que seguir en un proyecto de investigación arqueológica son:
-Formulación de una estrategia de invetigación. 
-Recogida y registro de la evidencia.
-El Tratamiento y análisis de las evidencias a través de la contrastación de la hipótesis original.
-Por último y no menos importante, la publicación final de los resultados.
Las técnicas básicas de trabajo en la arqueología son dos; por un lado la que permite conocer donde se encuentran los yacimientos aqueológicos y las relaciones existentes entre ellos y por otro lado la que permite conocer como son y de cuando estas mismas ocupaciones.

Métodos de la arqueología. 
-Documentación: El primer paso consiste en analizar las fuentes escritas, orales, arqueológicas y cartográficas que aporten información sobre la zona de actuación.

-Prospección :Definida la zona, es preciso reconocer el terreno al objeto de detectar, posicionar e identificar los restos que se encuentren en superficie. 

-Excavación: En la fase de excavación se eliminan los sedimentos y se registra toda la información. Al tratarse de un proceso irreversible, se aconseja que sea el último recurso.

-Conservación: Para impedir el deterioro de los restos los restauradores tomarán medidas preventivas. Si no existen garantías para su preservación fuera del agua, es preferible conservarlas in situ. 

-Interpretación: Para reconstruir la historia del sitio, es necesario interpretar los datos obtenidos del análisis documental y arqueológico. 

-Difusión: Conocer nuestro patrimonio es un derecho de todos. Por ello, es fundamental que toda intervención arqueológica finalice difundiendo a la sociedad los resultados obtenidos. 
 
 


viernes, 18 de marzo de 2016

Primeros muelles portuarios de Andalucía.

PRIMEROS MUELLES PORTUARIOS DE ANDALUCÍA.

-Puerto de Cádiz:
El Puerto de Cádiz tiene una localización excelente, debido a que tiene una comunicación permanente con Tánger y las Islas Canarias.
Tras la pérdida de las colonias españolas en América del Sur, el puerto de Cádiz fue uno de los pocos que mantuvo su actividad. Se construyó un nuevo puerto en 1870. La obra se prolongó hasta 1949.

Puerto de Cádiz. Siglo XIX.

-Puerto de Málaga:
La bahía malagueña sufría repetidos accidentes, para lo que se acordó establecer una señal marítima para solucionar este problema.
La Restauración fue un freno para el desarrollo de las obras y a principios de siglo Málaga tuvo que afrontar la Guerra de la Independencia, pero tras este suceso comenzó una etapa de despliegue económico.
El puerto supuso el inicio de la industrialización de la ciudad de Málaga. A mediados de esta centuria, un gran número de naves llegaban al puerto diariamente. Málaga se convirtió en un punto clave para las comunicaciones con África y se convierte también en un punto estratégico militar y comercial.
En 1897 concluyeron las obras en los muelles del puerto.
La actividad del puerto de Málaga se vio frenada por una profunda crisis debido a la pérdida del mercado americano y la crisis de los viñedos españoles.

Vista aérea del puerto de Málaga. Siglo XIX

Puerto de Málaga, 1860.













-Puerto de Huelva:
A comienzos del siglo XIX el puerto de Huelva se desplazó hacia el sur, hasta que a finales del siglo se consolidó como un puerto pesquero más que comercial.
El despegue de la actividad del puerto estuvo provcado por la llegada a la Cuenca Minera de empresas mineras inglesas que necesitaban un puerto de mar con las características del puerto de Huelva.
Esto produjo la construcción de importantes instalaciones como el Muelle de mineral de la compañía Riotinto y el Muelle de la compañía de Tharsis.

Muelle de Huelva, 1860.

Historicismo en Andalucía.

HISTORICISMO EN ANDALUCÍA.

El historicismo desarrollado en la España del cambio de siglo, incluso en años posteriores, no dejaba de ser una barrera ideológica ante la llegada de las nuevas corrientes que se estaban gestando en el resto de Europa. Juan Daniel Fullaondo ha expresado a este respecto que la atención de la arquitectura española se centraba en aquellos momentos en dos puntos, que al final iban a ser en cierto modo convergentes, el primero de ellos era la recuperación de los estilos históricos, y la segunda, la mezcla de este historicismo con las formas y los materiales tradicionalmente utilizados por las diferentes escuelas regionales. A esta simbiosis, algunos autores comenzaron a denominarla regionalismo histórico. En el ámbito nacional se reconocieron algunas escuelas de tipo regional, entre las quedestacarían los estilos vascos, montañés, aragonés, catalán y el andaluz. La actitud claramente surrealista en opinión de Fullaondo no podía menos que conducir a un clima de delirio por diversas razones: la primera, por favorecer, en definitiva, la perpetuación, bajo otra máscara distinta, del funesto eclecticismo en que desembocó la crisis agotada del neoclasicismo. La segunda, por oponerse, en definitiva a los logros de la conciencia moderna. En el fondo, y ateniéndonos a la época en que se produjo,el tradicionalismo arquitectónico o regional es un movimiento nostálgico, reaccionario, la última línea de defensa de la antigua conciencia. Y la tercera razón y más importante, reside en su carácter tardío. Queda así expresado el dilema que existió entre la utilización de los estilos históricos, incluida su vertiente regionalista y la aceptación de las nuevas formas representadas primero por el Modernismo y posteriormente por el Racionalismo.

En los primeros años del siglo XX se proyectaron algunos edificios de estilo modernista en muchas de nuestras ciudades, aunque su extensión fue en cualquier caso siempre limitada, en comparación con la utilización del historicismo y el eclecticismo. Entre otras razones, porque este movimiento estuvo desde su nacimiento asociado a una ideología, que era muy poco representativa entre las clases sociales con el suficiente poder económico para financiar construcciones en las primeras décadas del siglo XX. Incluso, se podría afirmar en sentido contrario, que la estructura social establecida en la mayoría de las ciudades meridionales y del centro del país, tenían por entonces un marcado carácter rural, y por lo tanto se mantenían más acorde con los esquemas sociales heredados de la época preindustrial y del antiguo régimen, incluyendo los privilegios de la clase aristocrática.
Esquemas sociales que se vinculaban con un lenguaje arquitectónico de carácter histórico como representación de los valores del pasado, en cierto modo idealizado, y que se posicionaba en contra del empuje desarrollado por el incipiente capitalismo industrial y sus nuevas formas de expresión como podía ser el Modernismo.
 Las adhesiones que pudieron producirse a favor de cualquier corriente artística nueva,como en este caso era el Modernismo, respondían a veces a un mimetismo desarrollado por una minoría que, o bien había viajado a los lugares donde tuvo verdadera importancia, o fueron los arquitectos de aquellas zonas los que se desplazaron para trabajar en otras regiones del país.
Otra motivación, también pudo ser la adopción deciertas políticas de carácter más progresista que les hacía desear la ruptura con las antiguas formas. Sobre todo porque éstas evidenciaban de algún modola representación de estructuras sociales caducas, mientras que en el sentido contrario las construcciones modernistas suponían la materialización de los nuevos modelos sociales vinculados a la a la concepción de este tipo de ideas que pretendían superar esquemas sociales más arcaicos. 
La denominada arquitectura “vernácula” o de carácter localista, que aunque se sustenta sobre todo en la tradición, no tiene porque conllevar necesariamente la expresión de una ideología conservadora. Representa más bien la condensación de una herencia cultural del pueblo adaptada a la geografía y al clima, y un tanto al margen de las modas arquitectónicas de cada momento. Se trata de una arquitectura que se ha ido configurando a través del tiempo, en un lento proceso evolutivo que responde a la adaptación de una serie de elementos particulares al hecho constructivo, favorecida sin duda por la idiosincrasia lugar. Los elementos más determinantes de este tipo de construcción, además del clima, lo constituyen la orografía, junto al uso de las materias primas autóctonas, o las actividades económicas que habitualmente se han venido desarrollando en la zona, y por supuesto, la sedimentación de los procesos culturales que los habitantes de una zona han ido perpetuando a través de la tradición popular.
La belleza se busca a través de la armonía que se hace presente en este tipo de arquitectura por su cuidada y estudiada “euritmia”, como concepto de lo proporcionado, armónico y ordenado en el ritmo compositivo de sus simétricos edificios. También la autenticidad constituye en otra de sus virtudes, como expresión verdadera y unificadora de lo local y lo regional, tanto a través de sus formas, como del empleo de materiales autóctonos. Y por último la utilidad como el principio quepretende la mejor adecuación de los espacios a su función.

GRANADA SIGLO XIX.

GRANADA SIGLO XIX

El siglo XIX potenció el sector servicios, el comercio y la artesanía, además de la productividad agrícola de la vega, convirtiendo estos factores a Granada en una de las ciudades con la renta más alta de España.
El clero regular tenía un gran peso económico en la ciudad por sus grandes posesiones y por sus actividades que incluían la regencia de varias hospederías.

La estructura urbana seguía manteniendo un carácter medieval, al menos en los barrios intramuros, y se conservaba aún buena parte del caserío de época musulmana, lo que la hacía una ciudad pintoresca pero insalubre.
A finales del siglo XVIII se había producido un gran desarrollo de las industrias complementarias de los cultivos de la seda,el lino y el cáñamo que produjo un fuerte crecimiento económico. Pero ya a comienzos del nuevo siglo, este mercado comenzó a decrecer.
Plano de Granada en el siglo XIX.
 
En 1810 las tropas francesas ocuparon la ciudad de Granada, hasta 1812. Este breve período supuso una grave carga económica, debido a las innumerables obras de fortificación que hicieron en los alrededores de la Alhambra y el Castillo de Santa Elena.
También desarrollaron algunas obras urbanas como el ajardinamiento de los Paseos del Salón y la Bomba y el Puente Verde sobre el río Genil. Antes de abandonar la ciudad, destruyeron varias torres de las murallas de la Alhambra y otros edificios que tenían uso militar.
Puente Verde, Granda.
Toda la primera mitad del siglo XIX fue una época de declive económico, estancamiento demográfico y deterioro del caserío urbano, lo que agravó los problemas endémicos de salubridad. A ello se sumó la pérdida de peso político y burocrático.
Las desamortizaciones empeoraron la situación, impulsando, por el contrario, un proceso de destrucción del patrimonio histórico.
Con la llegada de la reina Isabel II al trono se inició una modernización de la ciudad para mejorar sus condiciones de salubridad y renovar los casaríos.
En las últimas décadas del siglo XIX se produjo una mejora económica. Se impulsó el comercio y se abrieron nuevas calles.
 Granada tomó una imagen burguesa y modernizada gracias al patrimonio artístico que poseía.


Destrucción del patrimonio de Granada.

Primeras Fábricas en Andalucía.

LAS PRIMERAS FÁBRICAS EN ANDALUCÍA.

 Las primeras industrias que se se desarrollaron en Andalucía fueron la siderúrgica y la textil. La siderurgia andaluza fue la más importante de España entre 1833 y 1866. Se centró en el eje Málaga-Marbella y en Sevilla y Almería:

Una de las primeras fábricas de Andalucía.
A partir de 1862 se produjo una decadencia. El empleo de carbón vegetal como combustible había esquilmado los bosques mediterráneos costeros. El carbón asturiano que comenzó a reemplazarlo no era competitivo. Además, al mismo tiempo la siderurgia del norte, con un carbón barato, experimentó un vertiginoso crecimiento. El hierro andaluz, con un alto coste de combustible, dejó de ser rentable y las fundiciones se vieron abocadas al cierre.

La industria textil andaluza presentó a partir del segundo tercio del siglo XIX un amplio crecimiento, favorecido por el arancel de 1841, que prohibía la importación de paños extranjeros para facilitar la creación de una industria pañera nacional. La manufactura textil andaluza incorporó la mecanización en los sectores tradicionales - lana y lino - y desarrolló un moderno sector algodonero, dependiente del consumo interno.
La industria textil andaluza vivió su etapa de mayor esplendor hacia mediados de siglo, pero la falta de mercado exterior, lo reducido de su demanda interna y las crisis económicas de la segunda mitad del XIX la condujo a una decadencia a partir de los años ochenta.

 Otras industrias que también tuvieron éxito en Andalucía fue la industria azucarera, desarrollada principalmente en Granada, se servían de la caña y, posteriormente, de la remolacha, tuvieron gran importancia en la costa y en la vega.
A principios del siglo XX esta industria se extendió por varias poblaciones de la región.
La industrial naval gaditana también fue importante para el desarrollo económico de la ciudad.
Fábrica azucarera de Granada.


La industria minera tuvo éxito debido a la riqueza de minerales de Andalucía, como el plomo, el cobre, el hierro, y el carbón.


jueves, 17 de marzo de 2016

ALMERÍA SIGLO XIX

ALMERÍA EN EL SIGLO XIX 


En el casco antiguo de la ciudad de Almería se produjo una crisis, que afectó a la economía, demografía y a la sociedad almeriense..
Aparecieron las primeras instalaciones de la ciudad, creadas para la exportación. Se reactivó el puerto, paralelamente.
La demografía cambió, mostrando la existencia de una burguesía liberal.
 
Los factores que produjeron el crecimiento urbano fueron el desarrollo de barrios periféricos, y dentro de la propia ciudad, la reutilización de los espacios no edificados.

Barrio periférico de Almería, siglo XIX.

La estructura urbana antigua permació debido a que los muros de la ciudad la convertían en una ciudad cerrada. La organización urbana que los árabes habían establecido en Almería no cambió, siendo una ciudad con un plano desordenado.
Una de las soluciones que se tomaron para hacer la ciudad más grande, y a su vez,mejorar la economía de la ciudad fue el derribo de la muralla, que fue totalmente necesario debido al gran crecimiento demográfico que se había producido. Las murallas en el Siglo XIX sólosuponían una dificultad para la comunicación del centro y los barrios periféricos.

Plano de Almería del siglo XIX.
Otra solución dada fue modificar la red viaria mediante la alineación de calles y plazas, para lo que se tuvieron que establecer nuevos proyectos urbanísticos.

Seprodujo un abandono en Almería, un desplazamiento del centro de la ciudad. Principalmente se produjo esto por la gran desamortización de conventos del este de la ciudad y del derribo de las murallas.
La aparición del ferrocarril y el establecimiento de su estación, provocó la atracción de la gente a la ciudad.
Todo esto acarreó el desplazamiento del centro de la ciudad hacia el este.

Alinear las calles no fue una tarea fácil, ya que fue necesario elaborar su trazado y sus ensanches. La modificación de estas calles tenía como objetivo mejorar el saneamiento de las calles y mejorar la higiene para la vida de las personas.

Calle de Almería en el siglo XIX.
Los principales objetivos de la modificación urbana de la ciudad de Almería era conseguir una mejor comunicación entre las distintas partes de la ciudad y de estas con el exterior. Abrir los antiguios barrios intentando mejorar sus condiciones higiénicas y proporcionar un marco adecuado a la especulación a gran escala sobre el casco antiguo de la población.

EL REGIONALISMO EN ANDALUCÍA.

El historicismo, igual que el eclecticismo, supone para el arquitecto la posibilidad de reproducir cualquier estilo o elementos de la arquitectura del pasado. Esta libertad significará en el caso andaluz, sobre todo la utilización de los estilos que estuvieron vinculados con nuestro pasado cultural. Es decir, por un lado los de origen árabe representado sobre todo por el neomudéjar y el neoárabe, aunque este último de forma mucho más restringida; por otro lado, hubo también un resurgir de otros estilos nacionales como el gótico, plateresco y renacentista. En este tipo de obras se utilizaron materiales tradicionales, algunos de ellos procedentes de nuestra arquitectura popular, que fueron adaptados para su empleo en los diferentes lenguajes, nos referimos al ladrillo, el yeso, el azulejo, la cerámica o el hierro forjado en el caso de la rejería.
Estos materiales hicieron posible el mejor aprovechamiento de un conjunto de técnicas artesanales, que favorecían el resultado de una determinada forma de construir, y que podríamos definir como una fusión entre los elementos locales y nacionales. Su aplicación a un ámbito geográfico concreto, como es el caso de Andalucía, y a una época determinada, que viene a coincidir más o menos con el primer tercio del siglo XX, generó un “estilo” que fue también conocido como “estilo sevillano”, y que tuvo gran acogida no sólo en la ciudad de Sevilla, sino que se extendió a toda su zona de influencia, es decir la Baja Andalucía.
El regionalismo histórico, en la medida en que puede considerarse de algún modo, una forma de eclecticismo, comienza su gestación en las últimas décadas del siglo XIX, a lo que, como es sabido, contribuyó de forma importante la reforma de la enseñanza de la arquitectura con la creación de la Escuela Superior en 1845. Fue entonces cuando se incluyen por primera vez los estudios de historia de la arquitectura en los programas de enseñanza, y la Academia se verá influenciada por el incremento de este tipo de publicaciones. A todo esto debemos añadir, la realización en el último tercio del siglo XIX de un mayor número de intervenciones para restaurar monumentos históricos en algunas de las principales ciudades, lo que se traduciría en un mejor conocimiento de los estilos locales o autóctonos. Este hecho influirá decisivamente en el empleo del estilo regionalista y en las construcciones que los nuevos arquitectos realizarán dentro de nuestra geografía.
El regionalismo arquitectónico –según Villar Movellán- es la respuesta de la arquitectura a un planteamiento regeneracionista que surge a prtir de la llamada crisis del 98, a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Este regeneracionismo intentó el desarrollo de las regiones como una forma de salir de aquella situación. Se buscó algo distinto a lo que estaba haciendo el eclecticismo, pero sin perder de vista la historia ni la cultura tradicional de cada región.
El principal representante de este regionalismo histórico en Andalucía fue sin duda el arquitecto Aníbal González, cuya actividad profesional estuvo íntimamente relacionada con su ciudad natal y más concretamente, con la activa participación en uno de los acontecimientos que más repercusión tendría en la ciudad de Sevilla, nos referimos a la Exposición Iberoamericana celebrada en la capital andaluza en el año 1929. Otros arquitectos sevillanos que destacaron en aquella fecha son: Simón Barris y Bes, Antonio Arévalo Martínez, José Espiau y Muñoz, Antonio Gómez Millán, Juan Talavera y Heredia, Vicente Traver, o Aurelio Gómez Millán, Algunos de ellos partícipes de las características de este regionalismo que tanto calado tuvo en la ciudad y en sushabitantes. 

Sobre los regionalismos ha dicho Navascués que son movimientos que intentando dar solución al problema de la originalidad en la arquitectura, cayeron en una revisionismo historicista, de distinto signo que el neogótico y el neomudéjar, pero que al fin y al cabo representan dos nuevos revivals: el neoplateresco y el ne obarroco. De este modo queda completo el ciclo que en su día comenzó el neoclasicismo, que después de haber quemado las etapas más importantes de la historia de la arquitectura, terminaba en el último gran estilo de reciente revalorización.
Pero la arquitectura regionalista del primer tercio del siglo XX, se vería pronto desprestigiada por los mismos hombres que vivieron la etap a de auge regionalista y que al finalizar la guerra civil consideraron la conveniencia de empezar de cero, para favorecer la política de creación de un nuevo orden. Todos los años posteriores impidieron una valoración imparcial del movimiento regionalista en todos sus aspectos, igual que sucedería con otros movimientos arquitectónicos posteriores. Cuya revisión y estudio se han iniciado hace relativamente poco tiempo.
El regionalismo histórico andaluz sufrió también fuertes críticas, al considerarse como una arquitectura mimética del pasado, y basada en la conjugación de estilos históricos combinados con algunos elementos ornamentales propios de la arquitectura local. Elempleo de una mayor decoración encuentra tal vez su explicación por las dificultades económicas del momento, que se tradujeron en un número escaso de obras de nueva planta, y eran por lo tanto, mucho mayor el número de proyectos de renovación de edificios antiguos. Esto significaba un mayor es fuerzo en el aspecto decorativo, para lo cual, en las primeras décadas del nuevo siglo, se utilizaban elementos de procedencia industrial que lo hacían excesivamente repetitivo. Hablamos sobre todo del empleo del ladrillo como elemento fundamental de la arquitectura mudéjar, o para el caso del estilo sevillano, de la utilización del azulejo tradicional de los alfareros de Triana, que tuvo un resurgir en sus técnicas artísticas, lo mismo que el yeso, la madera o el hierro que también formaban parte de materiales tradicionales con fines decorativos.

 Suárez Garmendia destaca también otro rasgo típico de la arquitectura regionalista sevillana o incluso andaluza. Me refiero al tratamiento que se hacen de algunos elementos espaciales característicos de nuestra herencia arquitectónica. Este hecho queda de manifiesto en el espacio formado por el zaguán, cancela y patio, que su utilizó dentro de esta corriente, y que era considerado como elemento externo, invirtiendo los valores tradicionales que este tipo de espacios había tenido hasta ese momento para la arquitectura de la que provenía. Este autor considera, que Sevilla con su regionalismo contribuyó en gran medida, proponiendo las formas de su arquitectura dentro de unos cánones puramente autóctonos que fueron dirigidos hacia lo que se ha considerado como el primer estilo sevillano. Si al principio se pretendió hacerlo sobre las bases delhistoricismo medieval, en la última década, también jugaron un papel importante el plateresco y el barroco. Esta fue la herencia que recogieron los arquitectos de la etapa siguiente para llevarla hasta sus máximas consecuencias dentro del regionalismo.
Este aspecto puede observarse muy claramente en la evolución de la obra de Aníbal González, que en su última etapa utilizaría los elementos renacentistas y barrocos, pero haciendo uso sobre todo de su concepto compositivo, y manteniendo a la vez los elementos del neomudéjar como base de su repertorio ornamental. Esta transformación de elementos espaciales pertenecientes a los espacios privados de la casa, algunos de ellos procedentes de la arquitectura árabe, que delimita de forma concisa los espacios internos y externos, se transforman al ser incluidos dentro del regionalismo en elementos espaciales decorativos, donde se emplean gran parte de estos materiales a los que hemos aludido, como lacerámica o el hierro en forma de rejería. Son espacios heredados de otros estilos que la arquitectura local ha ido transformando y adaptando conforme al clima, a las costumbres sociales.
El estilo regionalista y el historicista fueron utilizados en diferentes zonas de nuestra geografía nacional por la arquitectura ferroviaria. Destacan ejemplos como la estación de Toledo, obra del arquitecto Narciso Clavería que trabajaría para la Compañía MZA  además de compartir algunos proyectos en Madrid con su maestro Juan Bautista Lázaro.El edificio de la estación de Toledo construido en 1917 representa uno de los mejores exponentes del estilo neomudéjar, utilizando detalles propios del mudéjar toledano, como la construcción de la torre del reloj en el edificio de viajeros, que expresa la influencia de las torres de las iglesias que con este lenguaje se construyeron en la ciudad. Otro ejemplo significativo es la estación de Ripoll, que presenta un estiloneorrománico, también con influencia de las construcciones de esa zona, y un tercer ejemplo lo tendríamos en el historicismo de las estaciones de la línea de Sevilla a Huelva construidas por la Compañía MZA, y proyectadas por el ingeniero D. Jaime Font hacia 1880, por lo que se pueden considerar como uno de los precursores de la utilización de este estilo en la arquitectura ferroviaria de Andalucía.







ARQUITECTURA MODERNISTA EN ANDALUCÍA.

El movimiento modernista se sitúa entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX.
No fue éste un estilo que se desarrollara en solitario, pues en esos mismos años arquitectos ajenos a este movimiento artístico seguían trabajando dentro del más puro clasicismo, al tiempo que otros experimentaban dentro del campo eclectecista ; y otros más, levantando edificios historicistas en clave neogótica, neomudéjar, neorenacentista o neobarroca.
El modernismo viene a ser la traducción del "Art Nouveau" francés que se expandió por toda Europa. Y una de sus características sería su complejo complemento decorativo, siendo el cultivo de los oficios algo que debe mucho al modernismo: las vidrieras emplomadas, la cerámica vidriada, la carpintería decorativa, la ornamentación escultórica o el hierro forjado tuvieron un gran desarrollo en esta época. Otra característica es su relación con la naturaleza, siendo la decoración modernista abundante en temas vegetales y florales, pero de alguna manera idealizada o transformada por la mentalidad del propio artista. 
Aunque el eclecticismo fue el modo de hacer habitual de los arquitectos del siglo XIX, y quedaba claro que se podía tomar cualquier estilo y mezclarlo con otros a voluntad, algunos de estos estilos fueron más valorados que otros. En especial, debido a las corrientes románticas de finales de siglo, uno de ellos fue el gótico, por su misticismo religioso. Otro componente importante del modernismo sería el exotismo, que en España quedaba muy asociado a lo islámico. Ambos factores fueron de especial importancia en el concepto modernista en general, quedando tamizados en Andalucía además por las corrientes culturales locales.
En Sevilla el movimiento modernista fue seguido en algún momento por casi todos los grandes arquitectos de principios del siglo XX, entre los que se encuentran Aníbal González, Juan Talavera y Heredia, Antonio Gómez Millán o José Espiau y Muñoz , entre otros. Entre todos ellos se creó un pequeño patrimonio de edificios que cuentan con los elementos y la estética propios del modernismo, algunos de los cuales son:

-La Casa para Antonio López, en Calle Orfila, de 1907, obra de José Espiau y Muñoz.
-El Edificio en Calle Adriano, de Antonio Gómez Millán, de 1914.
-La Casa para Juan Haro, de Simón Barris, en Calle Tomás de Ibarra, 7 y 9, de 1905
-La Casa para el Marqués de Villamarta, en Calle Reyes Católicos, 11, de 1904, obra de José Gómez Otero y José Espiau de la Coba.
-La Casa Laureano Montoto, en Calle Alfonso XII, de Anibal González, de 1906.
-La Casa Arcenegui, en Plaza de San Francisco, de 1911, obra de José Espiau y Muñoz.

LA CASA LAUREANO MONTOTO.


miércoles, 16 de marzo de 2016

CIUDADES DEL SIGLO XIX.

CIUDADES DEL SIGLO XIX

Las ciudades del siglo XIX se convirtieron principalmente en ciudades industriales, lo que transformó la forma de organización de éstas.
Los núcleos urbanos crecieron mucho, debido al gran éxodo rural que se produjo, lo que dio lugar a nuevos barrios.
La burguesía fue la gran beneficiada de la industrialización y se estableció en barrios propios, provocando la aparición de ensanches y la destrucción de murallas.
derribos de murallas. Ésto también supuso una construcción de infraestructuras sanitarias e higiénicas, como el suministro de agua y el alcantarillado.

-Ensanches: 
Consisten principalmente en la ampliación de una ciudad. Se solían desarrollar mediante un plano en cuadrícula o un plano octogonal.
La construción de estos ensanches tenía como fin conseguir una ciudad saludable para la burguesía, pero con el paso del tiempo, a medida que las ciudades seguían creciendo, desaparecieron estos ensanches.

Ensanche de la ciudad de París. Siglo XIX.

-Derribo de murallas: 
En el siglo XIX se consideró oportuno el derribamiento de antiguas murallas por la pérdida de valor funcional de éstas.
Los avances armamentísticos mostraban el carácter obsoleto de las fortificaciones, que suponían una forma de opresión del recinto urbano. Era preciso crear una zona militar más amplia.
Las murallas constreñían el desarrollo natural urbano, generando un anillo sin edificaciones por fuera del recinto, agravando las diferencias entre el casco urbano y las poblaciones periféricas.
Suponía también un hacinamiento de la clase obrera sin tranajo.
Derribar las antiguas murallas supuso la revalorarización de terrenos, que serían explotados y en ellos se construirían viviendas y demás infraestructuras para el desarrollo de la vida de las personas.

Derribo de la muralla de Pamplona.

-Reformas Higienistas:
Se basaban en el desarrollo científico y médico. El movimiento higienista trataba de mejorar las condiciones del ambiente y erradicar la insalubridad de las ciudades industrializadas y las condiciones de vida de las clases desfavorecidas.
La falta de espacio en las ciudades provocaba situaciones de hacinamiento, en barrios donde los servicios básicos eran insuficientes. Las viviendas eran reducidas e insalubres, lo que aumentaba la existencia de enfermedades.
Para solucionar este problema se desarrollaron ensanches en las ciudades burguesas, pero en los barrios obreros las condiciones seguían siendo muy malas y generaban riegos para la salud de sus habitantes.
Una de las medidas más importantes que se tomaron para acabar con los problemas de higiene en las ciudades fue la construcción de redes de alcantarillado, También se llevó a cabo la recogida y transporte de aguas residuales, y su depuración.

Construcción de un sistema de alcantarillado, siglo XIX.

Casas Señoriales Barrocas.

CASAS SEÑORIALES BARROCAS


Las casas señoriales son también conocidas como palacios, que son los típicos edificios urbanos de las familias pudientes. Se caracteriza por sus fachadas dinámicas, con curvas y contracurvas, y el juego de luces y sombras, en los que se resaltan las piezas principales.
El palacio barroco rompe con el palacio-fortaleza renacentista y los edificios se abren por alguno de sus lados hacia patios, jardines, etc. Sus fachadas se hacen más dinámicas y sus salones principales resaltan por su abundante decoración. Es el edificio que manifiesta el poderío de la aristocracia ante el pueblo. 

-Palacio de las Escalonias:

Fachada principal del Palacio de las Escalonias.
 Ocupa una parcela de trazado irregular. La fachada principal se articula en dos plantas dividida en cinco calles verticales rematada en un cuerpo de ático o sobrado. La singular articulación de los vanos efectuada para guarnecer ventanas y balcones, la composición de los dos cuerpos, el primero con pilastras toscanas, almohadilladas resaltadas y el segundo con un balcón de pilastras cajeadas coronado por un entablamiento con grandes triglifos volados, rematado con un frontón triangular denticulado, le confiere una mayor entidad a la calle central, donde se inscribe la portada, enfatizando la verticalidad del edificio.
La planta baja se estructura a partir de un amplio zaguán rectangular cubierto por un interesante artesonado en cuyo lateral se abre la escalera de acceso a las habitaciones principales. A través de una cancela se desemboca a un patio rectangular y descentrado, que presenta una única ala de galerías en la cara suroeste, en la crujía que se corresponde con la fachada principal. Este espacio es de tres plantas superpuestas articuladas mediante dos niveles de galerías abiertas con arcos de medio punto sobre columnas toscanas de mármol muy estilizadas en los dos primeros pisos y de estructura adintelada en el último. En esta crujía es donde se ubican las habitaciones principales dispuestas a lo largo de un estrecho y largo corredor que abre al patio a través de la galería cerrada mediante ventanales de maderas con celosías. A la planta que se desarrolla mayoritariamente como ático se accede por una escalera de caracol que comunica con la zona de servicio.

Patio interior del Palacio de las Escalonias.
-Palacio del Bertemati:
Portada principal del Palacio Bertemati.

Se trata de dos casas unidas, construidas por el sevillano Antonio Matías de Figueroa. Aunque su autor no es claramente reconocido, se cree que es de Antonio Maíaspor sus similitudes con el Palacio de San Telmo de Sevilla, pero actualmente se piensa que el autor fue Juan de Bargas. 
El Palacio se compone de una portada barroca. Tiene dos cuerpos de altura, está elegantemente trazada y su ejecución es resuelta, tanto en su diseño como en su decoración. En ella destacan las columnas labradas en su fuste y sobre pedestales girados, que avanzan en la fachada para sostener un movido balcón, triplemente curvado por la inclusión en su centro de una rotunda ménsula cilíndrica. Un variado repertorio de curvas, contracurvas, ondas y quebrados contribuyen a exaltar, como en un retablo, la composición central sobre el hueco superior.

Patio interior del Palacio Bertemati.
-Palacio del Marqués de Montana:

Fachada principal del Palacio del Marqués de Montana.
El antiguo Palacio del Marqués de Montana, durante muchos años propiedad del marqués de Domecq. El palacio es plenamente de estilo barroco.
El edificio se sitúa de forma exenta y presenta una planta prácticamente cuadrada, disponiéndose interiormente de forma casi simétrica. Su composición volumétrica es clara, prácticamente paralela, mostrando al exterior su disposición en dos plantas diferenciadas por sendos tipos de huecos y delimitadas mediante cornisas. El sobrado, tiene menor altura y en él se abren huecos rematados con rejas. La fachada principal se compone con balcones de plantas muy movidas con tejaroces y guardapolvos de pizarra, destacando la portada principal por su composición y su porte.
La distribución interior se desarrolla en torno a un patio de planta cuadrada al fondo del cual se sitúa una escalera imperial. El resto de las dependencias se ubican en las crujías perimetrales.

Patio interior del Palacio del Marqués de Montana.


ARQUITECTURA MODERNISTA EN ANDALUCÍA.

El movimiento modernista se sitúa entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX.
Este no fue un estilo que se desarrollara en solitario, pues en esos mismos años arquitectos ajenos a este movimiento artístico seguían trabajando dentro del más puro clasicismo, al tiempo que otros experimentaban dentro del campo electricista ; y otros más, levantando edificios historicistas en clave neogótica, neomudéjar, neorenacentista o neobarroca.
El modernismo es la traducción del "Art Nouveau" francés que se expandió por toda Europa. Y una de sus características sería su complejo complemento decorativo, siendo el cultivo de los oficios algo que debe mucho al modernismo: las vidrieras emplomadas, la cerámica vidriada, la carpintería decorativa, la ornamentación escultórica o el hierro forjado tuvieron un gran desarrollo en esta época. Otra característica es su relación con la naturaleza, siendo la decoración modernista abundante en temas vegetales y florales, pero de alguna manera idealizada o transformada por la mentalidad del propio artista.

Aunque el eclecticismo fue el modo de hacer habitual de los arquitectos del siglo XIX, y quedaba claro que se podía tomar cualquier estilo y mezclarlo con otros a voluntad, algunos de estos estilos fueron más valorados que otros. En especial, debido a las corrientes románticas de finales de siglo, uno de ellos fue el gótico, por su misticismo religioso. Otro componente importante del modernismo sería el exotismo, que en España quedaba muy asociado a lo islámico. Ambos factores fueron de especial importancia en el concepto modernista en general, quedando tamizados en Andalucía además por las corrientes culturales locales.
En Sevilla el movimiento modernista fue seguido en algún momento por casi todos los grandes arquitectos de principios del siglo XX, entre los que se encuentran Aíbal González, Juan Talavera y Heredia, Antonio Gómez Millán o Jose Espiau y Muñoz, entre otros. Entre todos ellos se creó un pequeño patrimonio de edificios que cuentan con los elementos y la estética propios del modernismo, algunos de los cuales son:

-La Casa de Arcenegui, en Plaza de San Francisco, de 1911, obra de José Espiau y 
ENSANCHES URBANOS EN EL PRIMER  TERCIO DEL SIGLO XIX.


Ciudad industrial.

Entre mediados del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, las ciudades que implantaron industrias modernas atrajeron a una numerosa población campesina y se extendieron fuera de las murallas preindustriales. En cambio, las ciudades medianas y pequeñas crecieron menos y la mayoría se mantuvo dentro de los límites anteriores. La mayoría de las ciudades que rebasaron el casco antiguo derribaron las antiguas murallas, cuya función defensiva había quedado anulada por los progresos de la artillería. Su lugar fue ocupado por paseos de ronda o bulevares, que diferenciaban el casco antiguo de la nueva ciudad. En ella se crearon ensanches para los burgueses, barrios industriales y obreros, y barrios ajardinados. 


El ensanche burgués.

-El ensanche burgués es un espacio nuevo que responde a los deseos de crecimiento urbano de la burguesía. Por tanto, plasma sus ideas de orden (en su plano regular), de higiene (en su dotación de servicios de paviment ación, alcantarillado, abastecimiento de agua y espacios verdes) y de beneficio económico (obtenido de la construcción de viviendas, comercios y transportes).
En el momento de su creación, el ensanche adoptó plano regular en cuadrícula con calles rectilíneas y más anchas que las del casco antiguo. La trama era de baja densidad, en manzanas abiertas por uno o dos lados, y conextensos espacios ocupados por jardines. La edificación incluía palacetes burgueses y villas ajardinadas o inmuebles de mediana altura, de estilo historicista. El uso predominante del suelo fue residencial burgués debido a los altos precios de los solares e inmuebles, aunque inicialmente algunos trabajadores se instalaron en los sótanos, buhardil las y patios de las casas burguesas. Los primeros ensanches se hicieron en las ciudades más dinámicas. El de Barcelona fue proyectado por Ildefonso Cerdá (1859), y el de Madrid, por Carlos María de Castro (1860). Luego se difundieron a otras ciudades a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX.

-Con el paso del tiempo, el ensanche experimentó modificaciones derivadas de su consideración como espacio central, al mejorar su accesibilidad gracias a la introducción del transporte urbano (tranvía eléctrico y automóvil). La trama se densificó al edificarse las manzanas por los cuatro lados y construirse muchas de las destinadas a parques.La edificación se verticalizó, al levantarse áticos y sobreáticos y sustituirse las villas burguesas y casas de viviendas más modestas por bloques de pisos, sobre todo en la década de 1960. En los usos del suelo, el ensanche comenzó a recibir funciones terciarias, que se extendieron desde el centro histórico a sus calles principales. Así, acabó produciéndose una división entre un área residencial y cara para la burguesía y un sector terciarizado dominado por comercios y oficinas. Esta terciarización es especialmente intensa en los ensanches de Madrid y Barcelona.
 
-En la actualidad, algunas zonas envejecidas de buena accesibilidad han sido objeto de obras de modernización de inmuebles y de embellecimiento con el fin de atraer a las actividades más especializadas del sector terciario.



martes, 15 de marzo de 2016

Comentario Catedral Barroca

CATEDRAL DE JEREZ DE LA FRONTERA



1.Catalogación
Título: Catedral de la Diócesis de Asidonia-Jerez.
Autor:
Estilo: Barroco
Época: siglo XVII

 2.Descripcción
  -¿Qué se ve?
Cuenta con tres fachadas, todas ellas poseedoras de columnas de orden corintio y gran profusión de bajorrelieves tallados en piedra.
La fachada prncipal se necuentra en alto y se accede a ella a través de unas grandes escaleras. Esta fachada tiene tres puertas adinteladas, acompañadas por sendos óculos circulares y una amalgama de columnas y decoraciones barrocas.
El edificio es de piedra, menos las bóvedas laterales, que son de rosca de ladrillo.
La catedral tiene una gran torre con función de campanario que se alza sobre la antigua iglesia del Salvador. La torre es de estilo gótico en la parte inferir y de estilo barroco en la parte siperior.
-¿Qué no se ve?
La catedral se alza sobre parte de los restos de la mezquita Mayor de Jerez y la antigua Iglesia del Salvador, del siglo XII.
 La catedral se compone de cinco naves. En las naves laterales las cubiertas son con bóvedas de crucería sencillas, y la nave central y el crucero están plenamente decorados.
Posee una portada de acceso a la sacristía realizada en piedra y jaspe. 
La planta de la catedral el cuadrangular y está dividida en cienco naves por gruesas pilastras, más el transepto, que se trata de una sexta nave. En la intersección de la nave mayor y el transepto se alza una cúpula octogonal, o cuerpo de luces, que asoma a la nave y se corona con un copulín. Sobre las aristas del octógono se encuentran estatuas de piedra de tamaño mayor que representan a los santos.

3.Estilo
El barroco se caracteriza por la ultilización de composiciones basadas en líneas curvas, elipses y espirales, así como figuras policéntricas complejas compuestas de motivos que se intersecaban unos con otros. La arquitectura se valió de la pintura, la escultura y los estucados para crear conjuntos artísticos teatrales.
El estilo barroco pretende imitar un movimiento real, para lo que se sirve de edificaciones con paredes onduladas. Intenta sugerir el infinito, para lo que utiliza una perspectiva que crea espacio. Da gran importancia a la luz y sus efectos. Se sirve de la teatralidad, lo escenográfico y lo fastuoso. Tiene tendencia a mezclar varias disciplinas artísticas.
La arquitectura barroca trata de emocionar  y llamar la atención del espectador. Usa líneas curvas, tanto en los edificios como en la decoración. Destaca el uso de columnas salomónicas, que están es espiral y dan sensación de movilidad. Utiliza efectos luminosos en los edificios a través de movimientos cóncavos y convexos. Abunda la decoración y los adornos tanto en las fachadas, como en los interiores. Hay una gran riqueza de materiales, sobre todo en las iglesias, para dar sensación de lujo y ostentación.

4.Función
Es un lugar de culto católico. Con la edificación de esta catedral se pretendía mostrar que Jerez de la Frontera era un lugar de prestigio, y para ello se necesitaba una catedral lujosa que lo demostrara.

5.Contexto Histórico

-Aspectos Sociales: En el siglo XVII se produjo una gran disputa entre católicos y protestantes. El barroco se encuentra mucho más asociado al catolicismo.
La mentalidad de la época cambió, lo que supuso la configuración de una situación intelectual en Europa, donde se da mucha más importancia al arte y lacultura, muy propicia al cambio y la ruptura en las concepciones del Renacimiento.Cambian dichas concepciones,como por ejemplo la idea de las relaciones con la naturaleza. Se abandona la idealización propia de la cultura renacentista, y a partir de 1630 comienza a aparecer una mentalidad mucho más objetiva y racional.En la iglesia católica, la imagen religiosa tiene que ser persuasiva, ya que es una herramienta de carácter propagandístico.Los autores comienzan a rechazar el mundo oficial y a integrar técnicas propias de este estilo artístico como el claroscuro. También se expresan de una manera mucho más clara las expresiones faciales, siendo mucho más realistas y expresivas.El sentimiento generalizado de pesimismo se vería reflejado en gran medida en cuanto a la percepción de la muerte en este contexto artístico. No solo las representaciones en cuanto a la muerte y la representación de naturaleza muerta e incluso de martirios y crucifixiones. Sino los propios elementos funerarios.
-Aspectos Económicos: Se produjo una crisis económica en diferentes países, lo cual marcó el arte. Las guerras durante este periodo fueron continuas. Esto produjo malas cosechas, y con ello un encarecimiento del trigo, de la cebada y de otros productos alimenticios de primera necesidad, atrayendo consigo periodos de hambrunas. Con la desnutrición aparecieron diferentes enfermedades que afectaron en gran medida a la población. De entre estas epidemias encontramos episodios de peste durante el siglo XVII. Las guerras religiosas endeudaron a los Estados. La teoría económica que se dio fue el mercantilismo, un auténtico nacionalismo económico que reforzaba el nacionalismo político hasta hacer posible a las propias monarquías absolutas. El siglo XVII es un siglo de estancamiento en la agricultura debido a las continuas guerras, así como la industria. El comercio colonial mejoró algo la situación económica en el siglo XVIII. 
 
-Aspectos Políticos: La relación entre el arte y las élites sociales se vuelve algo común. Los artistas pueden vivir de su trabajo gracias al mecenazgo de la propia corte, por lo que no es de extrañar, por tanto que sea una herramienta más del poder, una manera de ganar prestigio para la corona y para las élites de la época. La Corte, pasó no solo a ser un centro administrativo, en el que se vertebraba el reino, sino que paso a ser un lugar donde se congregaban poetas, arquitectos, pintores, músicos y otro tipo de artistas que dedicaron su tiempo a crear una cultura propiamente aristocrática, con la consecuente necesidad de recursos económicos.
La iglesia también se sumó a esta enorme relación entre el arte y la religión.
En el siglo XVII se fortaleció el poder político de los monarcas, lo que provocó la aparición de las monarquías absolutas. Las únicas naciones en las que no se dio este absolutismo fue en Inglaterra y en Holanda. El despotismo favoreció el fortalecimiento del absolutismo a comienzos del siglo XVIII.




lunes, 14 de marzo de 2016


PRIMERAS ESTACIONES DE FERROCARRIL.


Una estación de ferrocarril es una instalación ferroviaria con vías a la que pueden llegar y desde la que se pueden expedir trenes. Están compuestas de varias vías, con desvíos entre ellas, y se delimita por señales de entrada y salida. Adicionalmente son un punto de acceso al ferrocarril de pasajeros y mercancías, aunque no es una condición indispensable para ser una estación.
Suelen componerse de andenes junto a las vías y un edificio de viajeros con servicios como venta de billetes y sala de espera.
Las estaciones ferroviarias aparecieron en el Reino Unido durante los años 1820, posteriormente se desarrollaron en Francia y finalmente en todos los países industrializados.
Las primeras en sentido moderno aparecieron en 1830 en la línea Manchester-Liverpool, la primera en tener un servicio regular.
Las estaciones fueron un reto importante para la arquitectura de la época, ya que requerían grandes espacios y, debido a la gran acumulación de humos provenientes de las locomotoras, grandes alturas. Esto propició la construcción de grandes bóvedas metálicas y el desarrollo de la arquitectura del hierro.
Con el tiempo las estaciones se convirtieron en algo completamente funcional. Fueron víctimas de una relativa pérdida de identidad durante losaños 1950 hasta que, en parte gracias a los trenes de alta velocidad al principio de los años 1980 y a un desarrollo del servicio ferroviario suburbano, las estaciones conocen una nueva renovación arquitectónica.
El desarrollo de la mayoría de las ciudades ha hecho que las estaciones se modernicen añadiendo detalles arquitectónicos o creando andenes subterráneos como en las ciudades de Madrid o Logroño en España y Buenos Aires en Argentina.

-Historia del ferrocarril en España: 

Comienza en el siglo XIX con la construcción de las primeras líneas ferroviarias y se extiende hasta la actualidad, convirtiéndose en uno de los elementos más importantes de la sociedad y la economía española.
El primer ferrocarril español se construyó en Cuba en 1837 y correspondería a la línea La Habana-Güines. En 1836 en la mina asturiana de Arnao, se sacaba el mineral mediante un sistemas de vías y vagonetas que formaban trenes con tracción a sangre.Unos años más tarde, en la península Ibérica se construyó la línea de Barcelona a Mataró en 1848. La línea, contaba con una longitud de 29,1 km y unía las poblaciones de Barcelona, Mataró, San Adrián de Besós, Badalona o Premiá de Mar. Esta situación se mantuvo sin grandes cambios hasta el estallido de la Guerra Civil española en 1936, que fue un  conflicto que dañó gravemente la red ferroviaria española.
En 1941 la Dictadura franquista emprendió la nacionalización de todos los ferrocarriles españoles de ancho ibérico, mientras que las compañías que operaban las líneas de vía estrecha todavía mantuvieron su independencia hasta su posterior rescate estatal e integración en empresa Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE). Las líneas de vía de ancho ibérico fueron integradas en la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE). Ambas empresas continuaron su existencia hasta su desaparición, ya iniciado el siglo XXI, cuando sus funciones fueron asumidas por Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), encargada de las infraestructuras ferroviarias, y por Renfe Operadora, encargada de la explotación de los ferrocarriles de ancho ibérico, ancho internacional y vía estrecha. Por otro lado, desde la inauguración de la Línea de alta velocidad Madrid-Sevilla en 1992, se han ido expandiendo por España nuevas líneas hasta constituir una nueva red Alta Velocidad Española (AVE).

 -Ferrocarril en Cuba, La Habana-Güines (1837).






-Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE).

 





-Ferrocarriles españoles (RENFE).









-Administrador de Infraestructuras Ferroviales (ADIF).







-Ferrocarriles de Alta Velocidad Española (AVE).

jueves, 10 de marzo de 2016

Catedrales Barrocas Andaluzas

LAS CATEDRALES BARROCAS ANDALUZA

-Catedral de Santa Cruz de Cádiz.
Portada principal de la Catedral de Santa Cruz.
La catedral presenta planta de cruz latina y tres naves, con un crucero rematado por una cúpula, y una gran girola de forma pentagonal. El espacio en el interior queda delimitado por conjuntos de columnas de orden corintio elevadas sobre plintos.
La cubierta se compone de bóvedas vaídas en la mayor parte del edificio, mostrando muchas de ellas una rica decoración escultórica en bajorrelieve.
El altar mayor tiene un templete dededicado a la Inmaculada Comcepción.
Hay capillas por toda la catedral dedicadas a diversos santos o patronos de la ciudad.
Junto a la entrada de las dos puertas menores de la catedral, se encuentran las dos figuras de mármol de San Pedro y de San Pablo

La portada principal está compuesta por formas cóncavas y convexas. Las torres que se levantan a ambos lados de la portada poseen una forma de observatorio astronómico.
Los campanarios del templo tienen una altura que estuvo determinada por la prohibición de los Borbones de construir estas estructuras, al suponer un blanco fácil para el enemigo.

El templo posee varias cúpulas, destacando dos: la cúpula del crucero, compuesta por un tambor y casquete semiesférico; se asienta sobre pechinas y en su exterior está cubierta por azulejos dorados que durante el día le prestan gran luminosidad.
Junto a ésta se encuentra otra cúpula de menores dimensiones, situada sobre el altar mayor. Otra cúpula menor se sitúa sobre la capilla dedicada a guardar las reliquias.
Bajo el altar mayor se encuentra la cripta, situada bajo el nivel del mar, donde están enterrados algunos gaditanos ilustres, como Falla y Pemán, así como muchos de los obispos de la diócesis. La cripta destaca por la bóveda plana del espacio central y por la curiosa reverberación sonora que su forma produce.

El coro se sitúa hacia los pies del templo, en la nave central, delante del altar mayor y
posee una sillería y dos órganos.


-Catedral de La Encarnación Guadix:

Fachada de la Catedral de Guadix.
La catedral ha ido evolucionando de estilos, desde el gótico, por el que empezó, hasta el barroco, el cual conserva.
Las bóvedas del primer tramo de las naves que conforman la planta se aprecian las arcadas ojivales tan características del gótico, dando paso a medida que avanzan, a los arcos de medio punto más característicos del Renacimiento y del Barroco, reforzados por altas pilastras, poderosas ménsulas y decorados pilares cruciformes ricamente embellecidos. En la glirola y en el presbitero se obseva uan hornamentación más compleja.

Se compone de varias naves laterales con sus correspondientes capillas. Hay una girola en la catedral. El Santísimo Sacramento adorna el tabernáculo, y es el punto más importante de la catedral.
La portada de la sacristía posee una traza renacentista que se concreta con su frontón, su entablamento y el arco entre columnas corintias con los escudos de los obispos de la ciudad.
La fachada es meramente barroca, con dos cuerpos y remate, caracterizados por la alternancia en el muro de líneas cóncavas y convexas; un vano central, más grande y de medio punto, flanqueado por dos adintelados, entre grupos de columnas con gran basamento.En la parte superior se encuentra una Encarnación de mármol.



Palacio de San Telmo.

PALACIO DE SAN TELMO.



El Palacio de San Telmo es uno de los ejemplos más claros de la arquitectura barroca de Sevilla.
 Tiene una planta rectangular con varios patios interiores, uno de ellos central, torres en las cuatro esquinas, capilla y jardines. Posee una capilla, a la que se accede desde uno de los patios y su decoración es meramente barroca y está presidida por la imagen de Nuestra Señora del Buen Aire.

En su fachada principal destaca la portada de estilo churrigueresco. La portada presenta tres cuerpos. El primero está compuesto por una puerta flanqueada con tres columnas a cada lado; el segundo por un balcón sostenido por atlantes con aspectos de indios. Más abajo rodean el balcón doce figuras de mujer, que representan  las ciencias y las artes relacionadas con los estudios de náutica. Remata la fachada un conjunto en el que, enmarcada por columnas, se encuentra la figura de San Telmo, patrón de los navegantes, flanqueado por los patronos de la ciudad, San Fernando y San Hermengildo.

Fachada principal del Palacio de San Telmo.

Estatua de San Telmo.

En la fachada lateral se encuentra la galería de los doce sevillanos ilustres y está formada por las esculturas de Juan Martínez Montañés, Rodrigo Ponce de León y Núñez, Diego Velázquez, Miguel Mañara, Lope de Rueda, Diego Ortiz de Zúñiga, Fernando de Herrera, Luis Daoíz, Arias Montano, Murillo, Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón y Bartolomé de las Casas.

Fachada de la Galería de los doce sevillanos.

Lo más destacado del interior de este palacio es su escalera principal y el salón de columnas, también conocido como sala de los espejos, decorado con pinturas de Rafael Tegeo, y la iglesia que se encuentra dentro de él, con una decoración barroca y pinturas murales de Domingo Martínez.


Sala de los espejos.


martes, 8 de marzo de 2016

LOS RETABLOS BARROCOS ANDALUCES

 El retablo es la estructura arquitectónica, pictórica y escultórica que se sitúa detrás del altar en las iglesias católicas.
El retablo mayor es el que preside el altar mayor de una iglesia.


Los retablos fueron fundamentales durante el barroco, tanto por el gran número que se construyeron, como por su importancia artística, su variedad tipológica y formal, y sus dimensiones, que llegaron a ser del todo monumentales.

Los retablos barrocos suelen concebirse como parte integrante de una decoración mayor que se extiende por toda la iglesia, y así hacen juego a veces con frescos pintados en techos o paredes, o con otros retablos, repitiendo los llamados "retablos colaterales" la forma y decoración del retablo mayor o de la capilla principal.



Ejemplos de retablos barrocos andaluces:

 -Retablo de la Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad:
Retablo de la Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad, Sevilla.
Este retablo se sitúa en el altar mayor de la Iglesia y está compuesto por un grupo escultórico de gran tamaño que representa el entierro de Cristo con esculturas talladas por Pedro Roldán y policromadas por Juan de Valdés Leal, y la construcción es del arquitecto de retablos Bernardo Simón de Pineda.

- Ratablo de la Capilla Virgen del Rosario:
Retablo de la Capilla Virgen del Rosario.

Este retablo alberga una imagen de la Virgen del Rosario del siglo XV. Todo el retablo está considerado un rompimiento de gloria recubierto de rocalla con quebrines y espejos que crean un tremendo aspecto escenográfico y un movimiento propio del barroco.
Se encuentra ubicado  en el Convento de San Pablo y de Santo Domingo.



-Retablo de la Capilla de San Juan de Dios:
Retablo de la Capilla San Juan de Dios.
El retablo de la Capilla Mayor, obra de José Francisco Guerrero.
Se compone de un cuerpo único con tres calles separadas por grandes estípites y ático. En la calle central se encuentra el Sagrario de plata repujada y el Expositor del Santísimo, el Camarín, donde se guardan los restos de San Juan de Dios en una urna.