miércoles, 3 de febrero de 2016

ESCULTURA GÓTICA.



-Características:
La escultura gótica evoluciona a lo largo de los tres siglos que dura este estilo. Tras una etapa de transición del Románico al Gótico (a fines del siglo XII), se alcanza un periodo clásico, en el siglo XIII, caracterizado por un naturalismo idealizado y sereno. En el siglo XIV, adquieren cada vez más relevancia las imágenes de Vírgenes con Niño, que se curvan graciosamente, así como los sepulcros. Durante el siglo XV la escultura es muy realista, los rostros son auténticos retratos.

Los materiales empleados son  la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, el metal.
Predomina el naturalismo, pero idealizado. Las figuras se humanizan, buscando el volumen de los cuerpos, el movimiento y la expresión de sentimientos en rostros y actitudes. La composición es clara y ordenada, organizándose las portadas en registros separados, pero evoluciona hacia una mayor confusión. El escultor gótico empieza a preocuparse por la profundidad. Todo se representa con gran detallismo.
La Temática sigue siendo fundamentalmente religiosa aunque de más clara interpretación porque el fuerte simbolismo imperante en siglos anteriores se torna  ahora narración. Se mantienen las fuentes iconográficas usadas en el Románico pero aparecen otras nuevas: los temas marianos y las vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada. Hay también temas profanos. Junto a la escultura monumental, se desarrollan nuevos tipos en el interior de las iglesias: retablos, sepulcros, sillerías de coro. Alcanza gran desarrollo la escultura exenta.

-Sepulcros de la Capilla Real de Granada.

Los sepulcros son altos y casi a la altura de tabernáculo (simboliza la cercanía de los reyes a Dios). Pueden verse en la Capilla Real los sepulcros de:

•Isabel I de Castilla, reina de la Corona de Castilla.
•Fernando II de Aragón, rey de la Corona de Aragón.
•Juana I de Castilla, reina de las coronas de Castilla y de Aragón.
•Felipe I de Castilla, el Hermoso, rey consorte de Castilla.


El rey va vestido con una armadura, sujetando una espada con su mano derecha. Lleva corona sobre una melena. En su pecho reposa un medallón que cuelga de una cadena al cuello, con la imagen de San Jorge, patrono de la Corona de Aragón.

La reina, también coronada, tiene las manos cruzadas y apoyadas en el vientre. Luce un collar con medallón que representa a Santiago, protector de Castilla. Estos dos santos patronos, San Jorge y Santiago se repiten en los medallones de los lados menores del sepulcro. A Santiago se le representa en plena lucha contra los moros y a San Jorge matando al dragón. A los pies hay además una cartela con caracteres latinos, sostenida por angelotes o putti en la que puede leerse un gran elogio hacia los monarcas, basado en sus acciones bélicas.

En la cripta también está el sarcófago del infante Miguel de la Paz de Portugal, nieto de los Reyes Católicos, muerto niño. Las piezas más destacadas del interior del templo son su retablo mayor, la reja y la cripta con los cinco ataúdes de plomo que contienen los restos mortales de los reyes y del pequeño infante, reconocibles cada uno por la inicial de sus respectivos nombres.

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