viernes, 12 de febrero de 2016

BARROCO, Características de la Pintura.

CARACTERÍSTICAS DE LA PINTURA, BARROCO.

La pintura barroca se desarrolló en un momento de gran importancia para el arte y la arquitectura.
La pintura adquirió un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica de la religión en los países católicos.
 El arte barroco se caracteriza por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, los artistas barrocos elegían el punto más dramático, el momento en que la acción estaba ocurriendo. El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.
 La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos del claroscuro.

CARACTERÍSTICAS.

Se desarrollaron nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, Vanitas, cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de temas religiosos. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se conjuga con lo teatral y lo efectista.
El color, la luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica. El color predomina sobre la línea. Incluso, los efectos de profundidad, perspectiva y volumen se consiguen más con los contrastes de luz y de tonalidades del color que con las líneas nítidas y definidas del dibujo. La luz se convierte en un elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o difumina los contornos, define también el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matiza los colores. La utilización de la técnica del claroscuro llega a la perfección gracias a muchos pintores del Barroco.
Se pretende transmitir sensación de movimiento. Las composiciones se complican, se adoptan perspectivas insólitas y los volúmenes se distribuyen de manera asimétrica. Mientras que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad, la estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de manchas de luz y de color, configuran el espacio como algo dinámico, donde contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la escena.
Se produce en esta época un dominio absoluto de la técnica pictórica, tanto en la pintura al óleo sobre lienzo como en la pintura al fresco. Esto permite alcanzar un gran realismo en la representación pictórica. Se logra la imitación de la realidad teorizada por los renacentistas pero sin la idealización y concepción propias del siglo anterior.
El dominio de la técnica, que logra representar con gran fidelidad la realidad, hace que se intente en ocasiones engañar al espectador por medio de trampantojos.
El pintor barroco se sirve de perspectivas ilusionistas, especialmente en las bóvedas, que se intentan «romper» visualmente, mediante la representación del cielo y la sugerencia del infinito. Estas decoraciones ilusionistas proliferaron en toda la segunda mitad del siglo y se prolongaron más allá, en el Rococó, en grandes palacios de toda Europa, reforzando el engaño no ya sólo con elementos pictóricos sino reforzándolo mediante el uso de estucos y dorados.

PINTURAS BARROCAS:
Las Meninas, Velázquez.                                                      El Entierro de Cristo, Carvaggio.


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