miércoles, 24 de febrero de 2016

Comentario obra barroca

EL BUEN PASTOR, MURILLO.

El Buen Pastor Niño



1.Catalogación
Título: El buen pastor
Autor:Murillo 
Estilo:Barroco español
Época: Siglo XVII
2.Descripción.

-¿Qué se ve?
El buen pastor se trata de un óleo sobre lienzo. Tiene un marcado estilo vaporoso.
El Niño Jesús se sitúa en un paisaje con una referencia arquitectónica al fondo, sentado sobre algunos restos clasicistas y dirigiendo su mirada al espectador. En la mano derecha lleva la vara del pastor y con la izquierda acaricia al cordero, quien también dirige la mirada hacia nosotros.
En la obra hay efectos de luz brillante que iluminan a los personajes centrales, quienes consiguen una cara nítida.
Las líneas de composición son verticales y horizontales y están rotas por la diagonal del bastón del pastor y de su pierna izquierda. Marcan un paralelismo con lo que rompe el simetrismo y refuerza el efecto cuadriculado que da el resto de la composición. El paisaje del fondo deja entrever unas arquitecturas de líneas rectas, mientras que el resto del rebaño casi se desvanece en la parte derecha del espectador entre las nubes del cielo pintadas de forma vaporosa. En la esquina derecha inferior se encuentra marcada con una flor de lis, emblema que pertenece a la dinastía de los Borbones.

La pincelada es desecha y suelta. Los contornos son difuminados por el efecto de la luz empleada. La gama de colores que más se utiliza es la fría, que cada vez se va haciendo ḿás transparente. El color tiene una gran importancia en esta composición.
La luz es natural, de procedencia ambiental, clara y serena y va asociada al color.
-¿Qué no se ve?
 Antes de que se relizara la composición se hicieron varios dibujos de ella.
Forma parte de la serie de temática infantil de carácter religioso de la contrarreforma.
Se encuentra en el museo nacional del padro.

3.Estilo
El estilo de la obra es un estilo barroco, carazterizado por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. Tiene un punto más dramático para resaltar el realismo de la acción que estaba sucediendo.
El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos del claroscuro.
Se desarrollaron nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, Vanitas, cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de temas religiosos. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se conjuga con lo teatral y lo efectista.
El color, la luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica. El color predomina sobre la línea. Incluso, los efectos de profundidad, perspectiva y volumen se consiguen más con los contrastes de luz y de tonalidades del color que con las líneas nítidas y definidas del dibujo. La luz se convierte en un elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o difumina los contornos, define también el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matiza los colores. La utilización de la técnica del claroscuro llega a la perfección gracias a muchos pintores del Barroco.
Se pretende transmitir sensación de movimiento. Las composiciones se complican, se adoptan perspectivas insólitas y los volúmenes se distribuyen de manera asimétrica. Mientras que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad, la estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de manchas de luz y de color, configuran el espacio como algo dinámico, donde contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la escena.
Se produce en esta época un dominio absoluto de la técnica pictórica, tanto en la pintura al óleo sobre lienzo como en la pintura al fresco. Esto permite alcanzar un gran realismo en la representación pictórica. Se logra la imitación de la realidad teorizada por los renacentistas pero sin la idealización y concepción propias del siglo anterior.
El dominio de la técnica, que logra representar con gran fidelidad la realidad, hace que se intente en ocasiones engañar al espectador por medio de trampantojos.
El pintor barroco se sirve de perspectivas ilusionistas, especialmente en las bóvedas, que se intentan «romper» visualmente, mediante la representación del cielo y la sugerencia del infinito. Estas decoraciones ilusionistas proliferaron en toda la segunda mitad del siglo y se prolongaron más allá, en el Rococó, en grandes palacios de toda Europa, reforzando el engaño no ya sólo con elementos pictóricos sino reforzándolo mediante el uso de estucos y dorados.

4.Función

 Esta pintura fue realizada para la reina Isabel de Farnesio en 1744.


5.Contexto histórico.
-Aspectos Sociales: En el siglo XVII se produjo una gran disputa entre católicos y protestantes. El barroco se encuentra mucho más asociado al catolicismo.
La mentalidad de la época cambió, lo que supuso la configuración de una situación intelectual en Europa, donde se da mucha más importancia al arte y lacultura, muy propicia al cambio y la ruptura en las concepciones del Renacimiento.
Cambian dichas concepciones,como por ejemplo la idea de las relaciones con la naturaleza. Se abandona la idealización propia de la cultura renacentista, y a partir de 1630 comienza a aparecer una mentalidad mucho más objetiva y racional.
En la iglesia católica, la imagen religiosa tiene que ser persuasiva, ya que es una herramienta de carácter propagandístico.
Los autores comienzan a rechazar el mundo oficial y a integrar técnicas propias de este estilo artístico como el claroscuro. También se expresan de una manera mucho más clara las expresiones faciales, siendo mucho más realistas y expresivas.
Comienza así una nueva concepción de la pintura.

-Aspectos Económicos: Se produjo una crisis económica en diferentes países, lo cual marcó el arte. Las guerras durante este periodo fueron continuas. Esto produjo malas cosechas, y con ello un encarecimiento del trigo, de la cebada y de otros productos alimenticios de primera necesidad, atrayendo consigo periodos de hambrunas. Con la desnutrición aparecieron diferentes enfermedades que afectaron en gran medida a la población. De entre estas epidemias encontramos episodios de peste durante el siglo XVII.
Las guerras religiosas endeudaron a los Estados.
La teoría económica que se dio fue el mercantilismo, un auténtico nacionalismo económico que reforzaba el nacionalismo político hasta hacer posible a las propias monarquías absolutas.
El siglo XVII es un siglo de estancamiento en la agricultura debido a las continuas guerras, así como la industria.
El comercio colonial mejoró algo la situación económica en el siglo XVIII.

-Aspectos Polícos: La relación entre el arte y las élites sociales se vuelve algo común. Los artistas pueden vivir de su trabajo gracias al mecenazgo de la propia corte, por lo que no es de extrañar, por tanto que sea una herramienta más del poder, una manera de ganar prestigio para la corona y para las élites de la época.
La Corte, pasó no solo a ser un centro administrativo, en el que se vertebraba el reino, sino que paso a ser un lugar donde se congregaban poetas, arquitectos, pintores, músicos y otro tipo de artistas que dedicaron su tiempo a crear una cultura propiamente aristocrática, con la consecuente necesidad de recursos económicos.
La iglesia también se sumó a esta enorme relación entre el arte y la religión.
En el siglo XVII se fortaleció el poder político de los monarcas, lo que provocó la aparición de las monarquías absolutas. Las únicas naciones en las que no se dio este absolutismo fue en Inglaterra y en Holanda. El despotismo favoreció el fortalecimiento del absolutismo a comienzos del siglo XVIII.

martes, 23 de febrero de 2016

VELÁZQUEZ


DIEGO VELÁZQUEZ.

Diego Velázquez fue el pintor barroco español más importante del grupo porque trató con igual excelencia todos los géneros: religiosos, mitológicos, retratos, históricos, paisajes, bodegones, etc.
Velázquez produce sus obras en una época en la que el estilo artístico que reina es el Barroco.

Características de su pintura:

-Empleo de la perspectiva aérea
-Profundidad
-Pintura "allá prima", es decir, sin realización de bocetos. Por ello, las correcciones las hacía sobre la marcha y se nota en los numerosos "arrepentimientos" en sus cuadros.
-Expresionismo espontáneo y vivo
-Pincelada suelta y vibrante
-Vaporosidad que capta el aire


Fases de su pintura:

Etapa de formación (1617-1622)
Se inicia con 12 años como aprendiz en el taller de Francisco Herrera el viejo, posteriormente en el taller de Francisco Pacheco.
A los 18 años obtiene una licencia para poder pintar. De sus maestros tomó principios acedemicistas, manieristas y tenebristas. Sus principales pinturas son:
Los bodegones con figuras como El aguador de Sevilla y Vieja friendo huevos.


EL AGUADOR DE SEVILLA

VIEJA FRIENDO HUEVOS
Retratos: Sor Francisca Jerónima de la Fuente.
SOR FRANCISCA JERÓNIMA DE LA FUENTE

Escenas religiosas: Cristo en casa de Marta y María.
CRISTO EN CASA DE MARTA Y MARÍA

Sus características son:
-Tenebrismo: fuertes contrastes de luces y sombras.
-Predominio de colores terrosos.
-Composiciones sencillas.
-Captación de calidades de objetos ( texturas, brillos, utensilios de cocina)
Etapa de madurez ( 1623-1660)
Esta etapa coincide con sus viajes a Italia.
Primera etapa en la Corte y Primer viaje a Italia (1623-1631)
-Se establece en la Corte
-Abandona los cuadros religiosos y los bodegones y se centra en los retratos.
-Todos los retratos tienen la misma características:
  *Composiciones sencillas
  * Realismo en el retratado.
  *Escasa preocupación por los fondos
  *Elegancia de los personajes retratados
  *Estatismo; los retratos están estáticos.
  *Los retratos o son de cuerpo entero o en bustos de tres cuartos.

OBRAS

RETRATO DE FELIPE IV

RETRATO, INFANTE D. CARLOS


RETRATO DE D. LUIS DE GÓNGORA

RETRATO DE MEDIO BUSTO DE FELIPE IV
-Segunda etapa madrileña (1631-1648)
-Periodo de apogeo.
-Por influencia italiana, su dibujo se hace más suelto.
-Sus cuadros se llenan de aire, pierden rigidez, se inicia la perspectiva aérea.

-Pinta cuadros religiosos como:
 *Cristo crucificado.


-Retratos:
  *Retrato del Conde Duque de Olivares.


-Retratos ecuestres:
  *Retrato del Príncipe Baltasar Carlos.


-Cuadros de género histórico:
 *La rendición de Breda.


-Segundo viaje a Italia y tercera etapa madrileña (1648- 1660)
-Realiza un segundo viaje entre los años 1649 /1651 con un objetivo: adquirir cuadros y antigüedades para las galerías reales hispanas.
-Perfecciona su técnica consiguiendo plasmar la perspectiva aérea.
-Su pincelada es más suelta y emplea cada vez menos cantidades de pasta.
-Cuida mucho la ambientación y los detalles.

-Fase final: Última etapa madrileña. La culminación del estilo (1651-1660)
-Retratos
LAS MENINAS.


martes, 16 de febrero de 2016

MURILLO

BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO.


Bartolomé Esteban Murillo fue un pintor barroco español. Formado en el naturalismo tardío, evolucionó hacia fórmulas propias del barroco pleno con una sensibilidad que a veces anticipa el Rococó.

Características:
Murillo como genial exponente de la pintura barroca da prioridad al desarrollo importante de sus dos técnicas aportantes mas relevantes, iluminista y pictórica, que supo sintetizarlas en una expresión técnica impactante.

Las características de sus obras las expresa en sus importantísimos componentes a través de un análisis pictórico para que tengas una idea muy clara y precisa de la increíble calidad artística de este genial pintor.

*Estilo:
Se observa en ella todas la características propias del Barroco, composición movida y dinámica, con predominio de líneas curvas y diagonales; color rico y variado, pero con un color predominante que da unidad al cuadro usaba el dorado; contrastes de luces y sombras; pérdida de importancia de la línea; realismo y gusto por el detalle; falta de claridad y confusión, etc.

*Color:
Una gran riqueza cromática, el colorido es vivo, lleno de matices. Predominan los tonos cálidos, dorados, contrastando con los fríos... Las pinceladas son sueltas, espontáneas, vaporosas, fluidas. 


*Luz:
Murillo emplea una técnica iluminista. Sobre el fondo dorado, radiante, se recorta la figura protagonista, como el desarrollo del tema religioso, son famosas sus vírgenes en forma especial, las presentaba envueltas en luz para indicar su carácter celeste. Su rostro y vestido blanco irradiaban luz. La zona izquierda solía presentarla muy iluminada, mientas que la derecha está oscura o en penumbra abajo. Dominaba el contraste usando su característica luminosidad.

*Género:
Se trata de una pintura religiosa, de devoción, muy usual en la España del siglo XVII.

*Tema:
El pintor representa a sus vírgenes con una imagen encantadora, llena de gracia y elegancia.

*Composición:
La composición era espontánea y libre, en las más variadas actitudes y posturas, llenas de movimiento. Usaba el centro de la composición una figura central de canon estilizado y rodeándola, en movimiento curvo, usaba los angelitos que Murillo agrupaba de forma desigual. Unos son muy visibles mientras que otros desaparecen en la penumbra, ya que hay varios planos de profundidad que dominaba muy bien. El pintor evita la frontalidad y destaca las lineas ondulantes y las diagonales, con abundantes escorzos. La perspectiva es aérea. Es un estilo dinámico y escenográfico, teatral, pero sin violencia.

*Dibujo:
 El dibujo perdía importancia ante el color y la luz, aunque el pintor fue un gran dibujante. Los contornos los hacia esfumados y diluídos.  


 FASES DE LA PINTURA DE MURILLO:

Su estilo se divide en tres fases:

-Estilo frío:
Comienza con este estilo alrededor del 1640 al recibir encargos para órdenes religiosas de Sevilla. De esta época se destacan, La adoración de los pastores y San Francisco Solano y el toro.

LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES.
SAN FRANCISCO SOLANO Y EL TORO.

 -Estilo cálido:Dulcifica, redondea y humaniza sus creaciones. De esta época destacan tanto cuadros con motivos religiosos como de la vida cotidiana, entre ellos se destacan, La Virgen del Rosario, La Sagrada Familia del Pajarito

LA VIRGEN DEL ROSARIO.
 
LA SAGRADA FAMILIA DEL PAJARITO.


-Estilo vaporosa:En esta época se consolida su personal estilo vaporoso. Hacia 1660 su reconocimiento es grande, recibiendo muchos encargos, sobre todo de fundaciones religiosas, e incluso llega a invertir en la fundación de la Academia de pintura de Sevilla. En este periodo pintó inmaculadas, niños y anunciaciones.

Entre estas se destacan, La Virgen de la servilleta, El buen pastor, San Isidoro de Sevilla.
LA VIRGEN DE LA SERVILLETA.
EL BUEN PASTOR.
SAN ISIDORO DE SEVILLA.


PRINCIPALES OBRAS:

 -La Inmaculada Concepción: Murillo creó una fórmula de gran éxito para la representación de la Inmaculada, con la Virgen vestida de blanco y azul, las manos cruzadas sobre el pecho, pisando la luna y con la mirada dirigida al cielo. Al mismo tiempo le otorga un claro impulso ascensional que la sitúa en un espacio celestial lleno de luz, nubes y ángeles. Así aunaba dos tradiciones iconográficas: la de la Inmaculada y la de la Asunción. 

LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
-El Buen Pastor: En esta obra, Murillo,  introduce efectos de luz brillantes que iluminan los personajes centrales (el niño), Murillo consigue una cara nítida. Las líneas de composición verticales y horizontales rotas por la diagonal del bastón de pastor y de su pierna izquierda marcan un paralelismo con lo que rompe el simetrismo y refuerza el efecto cuadriculado que da el resto de la composición. El paisaje del fondo deja entrever unas arquitecturas de líneas rectas, mientras que el resto del rebaño casi se desvanece en la parte derecha del espectador entre las nubes del cielo pintadas de forma vaporosa. En la esquina derecha inferior se encuentra marcada con una flor de lis que corresponde a la señal que demuestra la pertenencia de dicha obra a la colección de Isabel de Farnesio.
La composición estuvo preparada por previos dibujos.

EL BUEN PASTOR.
 -El Sueño del Patricio: Este cuadro junto con El patricio Juan y su esposa revelan su sueño al papa Liberio y dos medios puntos menores que representan la Inmaculada Concepción y el Triunfo de la Eucaristía. Fueron pintados para la Iglesia de Santa María la Blanca (Sevilla).
 La Virgen  se aparece en sueños al patricio romano Juan y a su mujer para transmitirles su voluntad de que edificasen una iglesia cuya planta debía seguir la trazada en el monte Esquilino por una nevada milagrosa en pleno mes de agosto.
Están considerados los dos lienzos entre los más importantes de la producción de Murillo, tanto por su tamaño, como por su ambición compositiva y la magistral manera en que está resuelta la narración pictórica.


EL SUEÑO DEL PATRICIO.

-Mujeres en la ventana: Se utiliza el mismo tono amable y anecdótico y la misma atracción hacia los desheredados y la gente sencilla que en las célebres composiciones donde son protagonistas los niños; capta de la misma forma las reacciones espontáneas y nos muestra en él a dos mujeres que parecen dirigirse al espectador con rostros sonrientes. La más joven apoya sus brazos en el alféizar de la ventana, expresando en su rostro una sonrisa cargada de malicia y dotada de cierta retranca. La mayor, intenta ocultar su expresión divertida llevándose la toca a los labios, por más que el destello de sus ojos muestre de forma evidente que comparte el jolgorio de su más joven acompañante.

MUJERES EN LA VENTANA.

lunes, 15 de febrero de 2016

ZURBARÁN.

FRANCISCO DE ZURBARÁN.

Francisco de Zurbarán destacó en la pintura religiosa,en la cual se aprecia una gran fuerza visual y un profundo misticismo. Fue un autor representativo de la Contrarreforma.
Sus composiciones se caracterizan principalmente por un modelado de claroscuro con tonos más ácidos.

CARACTERÍSTICAS DE SU PINTURA.

-Vocación naturalista: desde sus primeras obras se observa el ansia por pintar y captar con realismo las telas, sobre todo las telas blancas: las figuras de sus monjes suelen ser monumentales gracias a la simplicidad y precisamente es, además de pintor de frailes, un gran pintor de naturalezas.
– Aunque sus figuras de alta categoría divina las interpreta con trazos de escasa variación, lo mismo que para las femeninas crea un ideal de belleza, el resto de personajes (pastores, gente del pueblo, santos o sus acompañantes, religiosos…) son de gran realismo, verdaderos retratos que hacen vivir el espíritu del personaje al que encarnan.
– Se mantuvo siempre dentro del tenebrismo, pero es un tenebrismo muy peculiar, muchas veces los fondos no son totalmente obscuros: contrasta la escena de primer plano con un segundo término de muros o columnas en sombra.
– Coloca personas y cosas más yuxtapuestas que unidas entre sí. La escena casi siempre se desarrolla en un primer plano y los personajes casi no dejan espacio libre.
– En sus numerosos cuadros de frailes, pinta la vida corriente monacal (actos de caridad, humildad, tentaciones…) y, sobre todo, escenas en las que los santos y público beato, son recompensados con la presencia o aparición divina. Todo ello lo hace sin grandilocuencia ni teatralidad, pero con un tono solemne, grave y sincero, es decir, el fervor religioso aparece en él totalmente humanizado y comprensible, sereno y no afectado.

 FASES DE SU PINTURA:

Su obra es abundante donde se destaca un primera etapa donde los temas es la espiritualidad y la influencia del tenebrismo es notable. En una segunda fase , a mitad de siglo, su paleta se va aclarando, las formas delicadas y suaves. Pintor de la sencillez , de la vida cotidiana de los monjes. Encarna a la perfección el espíritu de la Contrarreforma . En este periodo se produce una crisis de su pintura, donde los encargos empiezan a disminuir y se dedicará a pintar encargos para conventos hispanoamericanos, especialmente de Lima. Coincide su declinar con el apogeo de Murillo.

PRINCIPALES OBRAS.

-Cristo en la Cruz (1627): Tiene una gran impresión de relieve. El lienzo blanco, luminoso, que le ciñe la cintura, con su hábil drapeado, contrasta dramáticamente con los músculos flexibles y bien formados de su cuerpo. Su cara se inclina sobre el hombro derecho. El sufrimiento, insoportable, da paso a un último deseo: la Resurrección último pensamiento hacia una vida prometida en la que el cuerpo, torturado hasta la extenuación, pero ya glorioso, lo demuestra.
En esa época, las obras, en ocasiones monumentales, trataban de recrearse morbosamente en la crucifixión, de ahí el número de clavos.

Cristo en la Cruz.
-Exposición del cuerpo de San Buenaventura (1629): La obra representa el ritual del velatorio o exposición del cadáver del santo Francisco Buenaventura de Fidanza y se enmarca en una serie sobre él. Este santo tiene el rostro lívido, está vestido con los hábitos litúrgicos y se destaca en sus piernas un capelo cardenalicio de vivo color encarnado sobre sus blancas ropas.
Yace en un escorzo en diagonal, rodeado de personajes dispuestos en semicirculo a su alrededor, entre los que se encuentran el papa Gregorio X y el rey Jaime I de Aragón. Los rostros parecen ser estudios del natural, por su fuerte individualización y personalidad.
Exposición del cuerpo de San Buenaventura.
 -Visión de San Pedro Nolasco (1629): Esta obra representa a San Pedro Nolasco, fundador de los mercedarios,soñando con una imagen de la Jerusalén celeste,que aparece recortada entre unas nubes a la izquierda del espectador, en presencia de un ángel que la señala.
La obra forma pareja con la Aparición de San Pedro San Pedro Nolasco. Se trata de dos obras de la época inicial de la trayectoria de Zurbarán. En ellas se plasma la expresión de las fiugras, los valores táctiles y calidad de las texturas y el cromatismo de blancos y grises en composiciones austeras.
La aparición de la ciudad fantástica se reviste de sobriedad, en conjunción con las figuras del resto del cuadro.

Visión de San Pedro Nolasco.
 -Apoteosis de Santo Tomás de Aquino (1631): El lienzo, enorme, representa a Santo Tomás de Aquino, una de las figuras más relevantes de la teología cristiana. Por su importancia aparece rodeado de los cuatro Padres de la Iglesia, otros tantos personajes fundamentales para la elaboración de la doctrina. Los cinco intelectuales se encuentran en el plano superior del cuadro, que simboliza el mundo divino. Sobre sus cabezas, el cielo en pleno asiente a sus conclusiones: destacan Dios Padre y Dios Hijo con la cruz. A estas dos figuras trinitarias se añade en el centro la paloma del Espíritu Santo, que ilumina con sus rayos a Santo Tomás. En el plano inferior se encuentra representada la tierra: los personajes principales de la Orden y el emperador Carlos V.

Apoteosis de Santo Tomás de Aquino.

-Bodegón con cacharros (1633): Se trata de una sencilla pero ejemplar composición con cuatro objetos de la vajilla tradicional y la luz como únicos protagonistas.Tres vasijas muy alfareras y otras tres piezas de metal. El pintor, seducido por "la pura técnica pictórica, las texturas y el goce estético" los ha colocado sobre una repisa, bien alineados y enmarcados por un fondo neutro. Se aprecia la conjunción magistral del crudo realismo y la ternura por las pequeñas cosas cotidianas, que dan como resultado un misticismo rústico y de hermosa solidez.

Bodegón con cacharros.



























































































































































































































viernes, 12 de febrero de 2016

BARROCO, Características de la Pintura.

CARACTERÍSTICAS DE LA PINTURA, BARROCO.

La pintura barroca se desarrolló en un momento de gran importancia para el arte y la arquitectura.
La pintura adquirió un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica de la religión en los países católicos.
 El arte barroco se caracteriza por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, los artistas barrocos elegían el punto más dramático, el momento en que la acción estaba ocurriendo. El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.
 La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos del claroscuro.

CARACTERÍSTICAS.

Se desarrollaron nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, Vanitas, cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de temas religiosos. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se conjuga con lo teatral y lo efectista.
El color, la luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica. El color predomina sobre la línea. Incluso, los efectos de profundidad, perspectiva y volumen se consiguen más con los contrastes de luz y de tonalidades del color que con las líneas nítidas y definidas del dibujo. La luz se convierte en un elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o difumina los contornos, define también el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matiza los colores. La utilización de la técnica del claroscuro llega a la perfección gracias a muchos pintores del Barroco.
Se pretende transmitir sensación de movimiento. Las composiciones se complican, se adoptan perspectivas insólitas y los volúmenes se distribuyen de manera asimétrica. Mientras que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad, la estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de manchas de luz y de color, configuran el espacio como algo dinámico, donde contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la escena.
Se produce en esta época un dominio absoluto de la técnica pictórica, tanto en la pintura al óleo sobre lienzo como en la pintura al fresco. Esto permite alcanzar un gran realismo en la representación pictórica. Se logra la imitación de la realidad teorizada por los renacentistas pero sin la idealización y concepción propias del siglo anterior.
El dominio de la técnica, que logra representar con gran fidelidad la realidad, hace que se intente en ocasiones engañar al espectador por medio de trampantojos.
El pintor barroco se sirve de perspectivas ilusionistas, especialmente en las bóvedas, que se intentan «romper» visualmente, mediante la representación del cielo y la sugerencia del infinito. Estas decoraciones ilusionistas proliferaron en toda la segunda mitad del siglo y se prolongaron más allá, en el Rococó, en grandes palacios de toda Europa, reforzando el engaño no ya sólo con elementos pictóricos sino reforzándolo mediante el uso de estucos y dorados.

PINTURAS BARROCAS:
Las Meninas, Velázquez.                                                      El Entierro de Cristo, Carvaggio.


miércoles, 10 de febrero de 2016

BARROCO, Contexto Histórico.

EL BARROCO,CONTEXTO HISTÓRICO.

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental en Europa. También tuvo gran influencia en Latinoamérica. Se dio durante el siglo XVII y principios del  siglo XVIII.

-Aspectos Sociales: En el siglo XVII se produjo una gran disputa entre católicos y protestantes. El barroco se encuentra mucho más asociado al catolicismo.
La mentalidad de la época cambió, lo que supuso la configuración de una situación intelectual en Europa, donde se da mucha más importancia al arte y lacultura, muy propicia al cambio y la ruptura en las concepciones del Renacimiento.
Cambian dichas concepciones,como por ejemplo la idea de las relaciones con la naturaleza. Se abandona la idealización propia de la cultura renacentista, y a partir de 1630 comienza a aparecer una mentalidad mucho más objetiva y racional.
En la iglesia católica, la imagen religiosa tiene que ser persuasiva, ya que es una herramienta de carácter propagandístico.
Los autores comienzan a rechazar el mundo oficial y a integrar técnicas propias de este estilo artístico como el claroscuro. También se expresan de una manera mucho más clara las expresiones faciales, siendo mucho más realistas y expresivas.
Comienza así una nueva concepción de la pintura.
El sentimiento generalizado de pesimismo se vería reflejado en gran medida en cuanto a la percepción de la muerte en este contexto artístico. No solo las representaciones en cuanto a la muerte y la representación de naturaleza muerta e incluso de martirios y crucifixiones. Sino los propios elementos funerarios.
El enorme contraste que encontramos entre las tumbas barrocas y las del renacimiento son el más claro reflejo, sobre cómo ha cambiado la concepción de la muerte. Mientras que las tumbas renacentistas tratan de representar el sosiego y la calma, así como la paz, en las tumbas barrocas ocurre lo contrario. A partir del concilio de Trento, la iconografía que aparece representada en las tumbas es diferente, aparecen símbolos, como las alas ”expresando la rapidez de la muerte” y una corona de laurel, que simboliza el triunfo de la muerte respecto a la vida. Mas macabra aun es la representación que se vuelve muy común, la de representar esqueletos, tibias y calaveras cerca de las tumbas, para infundir respeto y temor. Se convertirá en la tónica dominante.

Catedral de Santiago de Compostela, de estilo Barroco.


-Aspectos Económicos: Se produjo una crisis económica en diferentes países, lo cual marcó el arte. Las guerras durante este periodo fueron continuas. Esto produjo malas cosechas, y con ello un encarecimiento del trigo, de la cebada y de otros productos alimenticios de primera necesidad, atrayendo consigo periodos de hambrunas. Con la desnutrición aparecieron diferentes enfermedades que afectaron en gran medida a la población. De entre estas epidemias encontramos episodios de peste durante el siglo XVII.
Las guerras religiosas endeudaron a los Estados.
La teoría económica que se dio fue el mercantilismo, un auténtico nacionalismo económico que reforzaba el nacionalismo político hasta hacer posible a las propias monarquías absolutas.
El siglo XVII es un siglo de estancamiento en la agricultura debido a las continuas guerras, así como la industria.
El comercio colonial mejoró algo la situación económica en el siglo XVIII.


-Aspectos Polícos: La relación entre el arte y las élites sociales se vuelve algo común. Los artistas pueden vivir de su trabajo gracias al mecenazgo de la propia corte, por lo que no es de extrañar, por tanto que sea una herramienta más del poder, una manera de ganar prestigio para la corona y para las élites de la época.
La Corte, pasó no solo a ser un centro administrativo, en el que se vertebraba el reino, sino que paso a ser un lugar donde se congregaban poetas, arquitectos, pintores, músicos y otro tipo de artistas que dedicaron su tiempo a crear una cultura propiamente aristocrática, con la consecuente necesidad de recursos económicos.
La iglesia también se sumó a esta enorme relación entre el arte y la religión.
En el siglo XVII se fortaleció el poder político de los monarcas, lo que provocó la aparición de las monarquías absolutas. Las únicas naciones en las que no se dio este absolutismo fue en Inglaterra y en Holanda. El despotismo favoreció el fortalecimiento del absolutismo a comienzos del siglo XVIII.

viernes, 5 de febrero de 2016

Edificios de Úbeda y Baeza.

EDIFICIOS DE ÚBEDA Y BAEZA.

 ÚBEDA

-Palacio Vázquez de Molina.



Se sitúa frente a la vieja Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y está próximo a suntuosa Iglesia del Salvador.
El palacio es conocido popularmente como palacio De Las Cadenas, está realizado en perfecta piedra de cantería de gran calidad cromática. Es una obra clásica de reminiscencias italianas, una de las más representativas e importante de todas las de la ciudad de Úbeda, y el máximo exponente de lo que supone un auténtico palacio urbano del Renacimiento.
Su planta responde a un cuadrado donde se dispone un gran patio interior en el centro, con arquerías de medio punto sobre columnas de mármol y antepecho de piedra en la galería del piso superior. Dicho patio es el punto central desde el que se organiza el edificio, y cuenta con los elementos propios del lenguaje renacentista, donde no faltan la clásica fuente central ni la reiterativa y autoafirmante heráldica familiar en las enjutas de sus arcos de piedra.
De su fastuosidad original aún mantiene elementos muy importantes como son las pinturas murales de lo que fue la Sala Capitular del convento, y en el tercer cuerpo, un magnífico artesonado en madera siguiendo usos y gustos mudéjares.
La fachada principal consta de tres alturas, y se desarrolla con un planteamiento de alzado muy coherente y bien estructurado. Así, a cada planta le corresponden pilastras acanaladas con un orden arquitectónico diferente: corintias en la inferior, jónicas en la central, y una combinación de telamones y cariátides en la superior. Estas tres plantas quedan a su vez ordenadas en siete ejes simétricos, siendo el central el lugar donde queda instalada la gran puerta de entrada.
Muy singular es su cuerpo superior, de menor altura, que presenta en su frente huecos entre las pilastras con figuras humanas; se corona el edificio con una atrevida cornisa de piedra muy volada.

 -Iglesia de San Pablo.



Esta iglesia se trata de un templo medieval del siglo XIII. Se encuentra localizada en la Plaza Primero de Mayo, antigua Plaza del Mercado.
 Fue construida sobre una mezquita, la iglesia fue destruida durante las luchas de sucesión del reino de Castilla.
Se trata de un edificio gótico, aunque con añadidos posteriores. La portada principal, situada en la nave lateral, es de estilo gótico flamígero. La portada situada a los pies, la portada de los Carpinteros, es tardorrománica.
En la zona del ábside, en el exterior, se construyó una fuente pública.

 -Iglesia de Santa María.



 Este edificio mezcla los estilos góticos, mudéjar, renacentista, barroco y neogótico.
Al estar en intramuros del Alcázar, estaba sin comunicación con la ciudad hasta principios del siglo XVI, salvo un pequeño postigo que aún se conserva en el claustro y por el que según la tradición hizo su entrada en la mezquita el rey Fernando III el Santo para consagrarla al culto cristiano.
El torreón desmochado que se observa en el extremo, es lo que queda del antiguo alminar islámico, que fue demolido al final del siglo XIX.
El exterior del templo sigue una línea arquitectónica uniforme, aunque se trata de una obra ecléctica y singular. La fachada y portadas constituyen la única parte del edificio que responde a un plan previo y organizado. En la fachada  el motivo central es la Adoración de los Pastores. La portada está enmarcada por dos espadañas.
El claustro es una obra gótica que ocupa el lugar donde estuvo el patio de la mezquita. Bajo una serie de bóvedas de crucería, en el interior se conservan 16 capillas, lugar de enterramiento de obispos y de las familias nobiliarias de la ciudad.
La puerta de la Consolada está en la fachada del templo.

 -Hospital de Santiago.



Este edificio de mandó construir para los enfermos enfermos pobres y también sirvió de iglesia-panteón y palacio.
Es una obra de escasa ornamentación y de gran volumen. Cuenta con dos torres en los extremos de la fachada con cubiertas de cerámica vidriada, y otras dos torres que enmarcan la capilla central.
El conjunto se organiza sobre la base de un gran patio central, con doble arcada, muy singular por su diafanidad y armonía de proporciones. Las columnas de mármol blanco pulidas son de Carrara. A ambos lados están los patios laterales, inacabados. El acceso se realiza por un arco de medio punto con dovelaje de gran tamaño, al estilo castellano. Un tabernáculo alberga el relieve de Santiago Matamoros, a quien se dedica el hospital. En el eje de la puerta principal se levanta la Capilla, a la que se accede por una imponente reja de tres puertas. Esta capilla ofrece gran originalidad debido a su planta en forma de H, con dos torres desplazadas hacia el centro de la iglesia. A los pies se sitúa el coro alto, siguiendo el modelo de iglesia de los Reyes Católicos.
Desde un lateral del patio arranca una impresionante escalera de tipo imperial, con una especie de bóveda "colgada", ofrece fuertes resonancias islámicas hispánicas. La escalera está decorada con pinturas al fresco. Pinturas semejantes de estilo manierista e influencia italo-clásica se encuentran en las bóvedas de la iglesia, sacristía y antesacristía, siendo uno de los pocos ejemplos conservados de pintura mural en la decoración del Renacimiento Español.

BAEZA:

Palacio de Jabalquinto:

 

La puerta forma un arco conopial recorrido por dos troncos con figurillas humanas. El segundo cuerpo posee cuatro ventanas entre pináculos y ajimezas con delicadas columnillas, sobre las que hay ocho escudos terciados con yelmos y cimeras y lambrequines. Todo el conjunto se encuentra enmarcado entre dos contrafuertes cilíndricos que se abren en mocárabes coronados con antepechos.
Más tarde se le añadió un mirador columnado renacentista sobre el estilo gótico que que tenía.
Las habitaciones que dan a la fachada, forman la parte más antigua del edificio y conservan sus artesonados, algunos de ellos policromados.
Se compone además de un patio renacentista de doble arcada con columnas de mármolo y escudos en todas las enjutas, menos en las de ángulo; el antepecho de la galería está formado por rectángulos y balaustres alternados.
Su escalera, con estípites, balaustres, volutas, y demás decoración es ya de estilo barroco. Su acceso adquiere forma de arco de triunfo de tres vanos y su hueco se cubre con bóveda de media naranja.  
Plaza del Pópulo: 

 

También se la denomina Plaza de los Leones como referencia a la fuente. La fuente es un pilar cuadrado que se curva en las esquinas. Está coronada por la estatua de Imilce, princesa íbera y esposa de Aníbal. Según la historia esta plaza forma parte, como su fuente de una antigua ciudad romana, Cástulo.
En ella se encuentra la Casa del Pópulo, un edificio de estilo plateresco con dos pisos. En el interior, hay seis huecos adintelados entre columnas sosteniendo un entablamiento corrido que soporta siete leones. El piso superior estaba ocupado por la Audiencia y tiene su acceso por una puerta trasera. Sus ventanas tienen columnas abalaustradas en las jambas, frisos y frontones decorados; en el centro se encuentra el escudo imperial. Remata el edificio una cornisa decorada con billetes, rosetas, canecillos y tres gárgolas.
  
Catedral de Baeza:

 

A lo largo del siglo XIII se construyó una mezquita, de la que se conserva la portada occidental, de arco de herradura apuntado y polilobulado y el rosetón superior de traza cisterciense y decorado con puntas de diamante, pero con tracerías mudéjares. El rosetón posee bustos de personajes en las molduras concéntricas.
En la fachada septentrional se aprecia el guardapolvos de arco puntado y puntas de diamante de esta iglesia medieval.
Las reformas abrieron en el muro meridional una portada gótica, hasta que en el siglo XV se convierte finalmente en una catedral renacentista.
El muro posee una gran portada, adintelada enmarcada por pilastras.
Las ventanas superiores, renacentistas, están rematadas por un frontón.
En el interior de la catradral las tres naves se encuentran separadas por columnas de capiteles renacentistas.

Antigua Universidad de Baeza: 

 

Es un monumento de finales del siglo XVI. La parte más significativa del edificio es su patio.
La función de este edificio fue la de Colegio de Primeras Letras bajo advocación de la Santísima Trinidad, representada en el original medallón de la fachada; se sitúa éste en el centro de un entablamento sostenido por dobles pilastras. La puerta de entrada está constituida por un arco de medio punto. Sobre ella, en el primer piso, se sitúan un vano rectangular con antepecho y un entablamento con tableros cuadrados labrados entre columnas jónicas pareadas que descansan sobre pedestales y volutas; el vano queda rematado con un frontón y un disco en el tímpano. En el mismo piso encontramos una alternancia de vanos rematados con frontones rectos y curvos; y junto a las columnas destacan dos escudos del canónigo Fernández de Córdoba. El tercer piso presenta cuatro vanos, todos entre pilastras estriadas.
Destaca la torre, que se eleva cuadrada hasta la altura del tejado, a partir del que adopta forma octogonal. La puerta sur es de medio punto y se sitúa entre columnas corintias; su trasdós es acanalado, y sobre el entablamento destaca un cuerpo rectangular con decoración geométrica y tres ventanas circulares. La puerta oeste también es de medio punto y también se sitúa entre columnas corintias, pero su trasdós es de rombos y sobre ella se sitúa un frontón. Como tantos edificios de la comarca, éste también ostenta una cornisa de modillones semiesféricos vidriados.
En el interior destaca su amplio patio, de doble arcada; así como la caja de la escalera, bajo la que se situaba la antigua cárcel de estudiantes. El Paraninfo es de planta cuadrada; en él, el graderío y el techo de madera forman una gran artesa.
La Capilla  tiene una única nave de medio cañón, la cúpula se sitúa sobre pechinas decoradas con escudos policromados.













jueves, 4 de febrero de 2016

LA CIUDAD DEL RENACIMIENTO.

LA CIUDAD DEL RENACIMIENTO.

Con el renacimiento se produce un cambio cultural, en el que se vuelve a los ideales clásicos y se empieza a considerar al hombre como centro del universo, y no a Dios.
Tanto arquitectónicamente como urbanísitcamente se vuelve a los griegos y romanos, siendo la gran referencia el arquitecto romano Vitrubio, quien postulaba que la ciudad debía ser octogonal. Siguiendo este esquema, se diseñaron y construyeron las ciudades renacentistas.  La arquitectura se muy marcada por el Renacimiento, los nuevos edificios son copias de los clásicos. En el urbanismo no se nota tanto los ideales renacentistas porque apenas se hacen ciudades.

Características:
-Regularidad: Las ciudades tienden a la circunferencia (estrella, octógono o circunferencia) y sus calles son octogonales o tienden al radiocentrismo.
-Preocupación defensiva: Las murallas son más fuertes.
-Estética: Es fundamental la belleza.
-Higiene: Se mejora respecto a la Edad Media.
-Orden: La ciudad es octogonal para refugiarse de los ocho vientos dominantes. Cada barrio se dedica a una cosa.
-Calles: Tienen alineaciones rectas, se convierten en un lugar donde contemplar los edificios.
-Plaza: Era para reunión y contemplación de edificios.

Las ciudades se construyen por razones militares religiosos y culturales.
La mayoría de las obras es acondicionamiento de partes de la ciudad.
Las ideas renacentistas postulan calles rectilíneas y con una arquitectura uniforme, con grandes plazas y conjuntos monumentales. Las ciudades renacentistas se basan en las medievales pero con pequeños cambios superficiales impulsados por las élites.

 Plano de Baeza:




Los siglos XV y XVI fueron los de mayor esplendor de Baeza. Se creó la Universidad de Baeza y las reformas urbanas se sucedieron. El poder civil y religioso se instaló en el centro, se levantó la Catedral y en su entorno el palacio y seminario. A finales del siglo XVI en uno de los palacios cercanos, el de Gil Bayle de Cabrera , se instaló el Concejo. El panorama se vio ensombrecido por los enfrentamientos entre los bandos de la aristocracia local (Benavides y Carvajales) y que dio lugar a la demolición de las murallas por orden de la reina Isabel la Católica.

PUERTA DE LA UNIVERSIDAD DE BAEZA.

 Plano de Úbeda:


Las reformas renacentistas se yuxtaponen a la imagen medieval y representan la construcción de espacios simbólicos dirigidos por los poderes civiles. La estructura de la ciudad se consolida y alcanza su plenitud urbana y arquitectónica. Con modelos italianos y notas francesas se construyen los palacios y casas hidalgas ubetenses, cuyos modelos tienen una continuidad hasta el siglo XVIII, inicio de la decadencia de la ciudad.
La mayor originalidad de Úbeda se produce en las operaciones de reestructuración interna llevadas a cabo sobre la ciudad mudéjar original:

-Apertura de Placetas: Ante los nuevos edificios públicos o residenciales de cierta entidad.

-Arquitectura focalizando visuales: En línea con el fin de perspectiva y con la teoría renacentista de "calle cerrada".

-Soluciones de esquina: Torres y brillantes composiciones desarrolladas en aristas de ángulo que contribuyen muy eficazmente a la recalificación de la ciudad mudéjar heredada.

-Una operación urbana inédita en España, la Plaza Vázquez de Molina: además de por su extraordinaria calidad arquitectónica, supone una intervención que complejiza la organización urbana para representar el nuevo recinto del poder, concreción espacial y formal de la aristocracia política y económica que se configura durante la etapa renacentista.


El Palacio, pasa a ser durante los siglos XVI, XVII y XVIII el prototipo de la arquitectura señorial e institucional, y destaca como el elemento de mayor significación en el entramado ubetense. Los nobles compiten en la majestuosidad de sus residencias.





miércoles, 3 de febrero de 2016

ALCÁZAR DE SEVILLA.


El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto de palacios rodeados por una muralla, situados en la ciudad de Sevilla. Su construcción se inició en la Alta Edad Media. En su realización se han empleado a lo largo de la historia diferentes estilos, desde el islámico de sus primeros moradores, al mudéjar y gótico del periodo posterior a la conquista de la ciudad por las tropas castellanas. En sucesivas reformas se han añadido elementos renacentistas y barrocos.

-Estancias:
Justo en la entrada se encuentra la Puerta del León, de estilo almohade. Desde ahí, todo es un conjunto extraordinariamente mezclado de arte árabe y cristiano.
Cruzando la muralla árabe del siglo XII se llega al Patio de la Montería, cuyo nombre se debe a los monteros que acompañaban al rey en sus partidas de caza. En el Patio del León se pueden contemplar magníficas filigranas del Palacio de Pedro I. A la derecha se conserva el Cuarto del Almirante, destinado por Isabel la Católica. En él se guarda la Virgen de los Navegantes. En el otro extremo del patio hay unos salones del siglo XVIII, construidos sobre restos de un palacio gótico del que aún se conservan los Baños de María de Padilla, la Capilla y el Salón de Carlos V.

A lo largo de las galerías y salas decoradas con bellos azulejos y admirando los valiosos techos mudéjares, desde el vestíbulo se llega al Patio de las Doncellas, una obra maestra del arte mudéjar andaluz. Los Apartamentos Reales están en una primera planta con salas redecoradas en el siglo XVIII.  La Sala de los Reyes, la Sala de Carlos V contienen grandes tapices de Bruselas, el Salón del Emperador y el famoso Salón de Embajadores, una sala cubierta por una cúpula semiesférica adornada de complicados arabescos dorados. Todas tienen vistas al patio, y la última citada es la dependencia más importante del Alcázar.
Desde la Sala de Felipe II se llega al Patio de las Muñecas, cuyo nombre se debe a los pequeños rostros visibles en uno de los arcos, con espléndida decoración de azulejos y arabescos de estuco.


-Jardines:
Están dispuestos en terrazas, de vegetación, multitud de naranjos y palmeras, con fuentes y pabellones donde se respira frescor y quietud. Se destacan los Jardines del Príncipe con la fuente de Neptuno, y los Jardines del Naranjal con la fuente del León, y el Pabellón de Carlos V, donde murió el rey Fernando III. El resto de jardines son más modernos, y en ellos podemos encontrarnos con el escudo y el nombre del rey Alfonso XIII.
Desde los jardines se llega Patio de Banderas, lugar donde se colocaban las banderas cuando se alojaba algún rey en palacio, y que además era una especie de Plaza de Armas del Alcázar.