miércoles, 25 de mayo de 2016

TERREMOTO DE VERA 1518



El 9 de noviembre de 1518, se produjo un terremoto de una gran capacidad destructiva que afectó muy intensamente a las ciudades de Vera y Mojácar, así como a un amplio mosaico de pueblos de sus alrededores, cuyas secuelas nos son menos conocidas por tratarse de población morisca, o sea, de orígen islámico, por lo que las autoridades castellanas de la época debieron preocuparse muy poco de socorrerles. Es el caso del impacto en lugares como Cuevas del Almanzora, Antas, Bédar, Zurgena, Turre, Cabrera, Teresa o Sorbas. Los muertos, sólo en Vera, fueron unos 150, quedando la ciudad completamente destruida y arruinada. Y algo menos le pasó a Mojácar, donde los fallecidos se aproximaron a la veintena.

El futuro emperador Carlos I, el papa León X, el capitán general del Reino de Granada Luis Hurtado de Mendoza, el corregidor de Vera y Guadix Francisco de Castilla, y numerosas personalidades de la época se implicaron.

Como consecuencia de ello, la repoblación cristiana de Vera y Mojácar pudo haber fracasado, ya que los ataques de berberiscos se intensificaron a raíz de saber que estas fortalezas y murallas estaban por los suelos. Finalmente la Vera vieja bajomedieval del cerro del Espíritu Santo quedó abandonada y se procedió a trazar una nueva Vera, muy próxima a la anterior, situada en lo llano, que será el solar de la que hoy conocemos.

Los autores de este trabajo analizan este terremoto a través del acopio y estudio de documentos históricos de archivos, el reconocimiento del terreno y de las marcas en monumentos del pasado, así como los materiales y las tipologías de las construcciones de entonces.

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